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De Dios, creencias y sistemas.

  • Foto del escritor: Narayana Putra
    Narayana Putra
  • 13 nov 2023
  • 40 Min. de lectura


Introducción.


El ser humano tiende a categorizar el mundo, o sea, a darle a todo un orden y clasificación específicos. Las religiones son muchísimas y la ciencias sociales, la filosofía y la teología también las han categorizado. El resultado consta de muchos conceptos con la terminación ''-ismo'' (ex: monoteísmo) que a su vez indica un tipo de sistema completo y coherente. La mente humana piensa que estas clasificaciones son excluyentes, y que si algo es A no puede ser B. ¿Pero es esto del todo cierto?


El fenómeno de la espiritualidad y la creencia en Dios es mediado por la mente humana, pero no es comprendido a cabalidad. La categorización del asunto siempre es deficiente e incompleta. Existe cierto limite para el pensamiento, en tanto que proviene de una criatura, a su vez parcialmente dual (diferente del mundo) y limitada. La individualidad (no división en dos) es de hecho dualidad, pues corresponde a un ser definido y localizado, que no permea el mundo sino que lo interpreta como distinto de sí. Así pues, la creencia en Dios se infiere del mundo, pero el mundo es inabarcable al individuo. Es más, el mundo condiciona y contiene al individuo, no al revés.


Por lo tanto, ningún sistema cultural, religioso o social puede abarcar a Dios ni definirlo; todo ''-ismo'' es insuficiente. Creo yo, entonces, que la mejor aproximación no es la excluyente, sino la sintética: aceptar varias verdades parciales para inferir la cabalidad, no en el patrón, sino en la esencia. Siendo así procedo a una reflexión, aún no a un estudio completo, de las posiciones con respecto a Dios, incluyendo algunos ''exempla'' (casos representativos) para avanzar la discusión.


1. La palabra: Dios.


En español llamamos a la Causa de causas, al Ser supremo, a la Verdad indivisible con la palabra ''Dios'' ¿Pero que significa?. Veámoslo:


Dios proviene del latín ''Deus'', palabra utilizada para determinar la divinidad. Un ''deus'' (en minúscula) era el término genérico para un ser/concepto divino. Por ejemplo, el Deus por excelencia es Jupiter, cuya raíz etimológica es ''Iovis Piter'', siendo Iovis un derivado de la misma raíz de Deus: Dious. Sin embargo, ¿Qué quiere decir Deus/Iovis/Dious? La respuesta el fácil: significa ''Cielo'', siendo Deus Piter/Iovis Piter el ‘’Padre del cielo/Padre Celestial’’.


La raíz de Deus (cielo) va más atrás, hasta el proto-indoeuropeo -reconstrucción de la lengua madre de la mayoría de lenguas habladas desde Irlanda hasta la India. La raíz es ''Dyeu-'' (1) y significa ‘’Luz diurna’’, por ello es Cielo. Dyeu- es una variante de ''Deiw-'' que significa ‘’brillante’’(1). De Deiw- se deriva la palabra divinidad (Deiwo - Divus). En consecuencia la(s) divinidad(es) están léxica y semánticamente ligadas a refulgencia (Luz). Otras lenguas del mismo origen presentan el mismo patrón. Por ende, el nombre griego ''Zeus'' es cognado directo de Deus, e incluso su declinación en genitivo es ''Dios''. En sánscrito la palabra Dios se dice ''Deva'', siendo otro cognado directo. En el panteón védico existe una divinidad llamada Dyu-pitra/Dyeus-pitra cuyo significado es el mismo: ‘’Padre Celestial’’.

(Jupiter/Iovis Pater)


Cuando el imperio romano se cristianizó, la deidad judío-cristiana recibió el nombre Deus, ya que la mayoría de nuevos conversos eran de habla latina y/o griega. Los cristianos primitivos de origen judío lo llamaron Abba (padre en Arameo), si bien el nombre de la deidad era en Hebreo: Elohim/YHWH. Elohim y YHWH eran deidades separadas inicialmente; del segundo no es clara la etimología, pero la del primero sí. Elohim es el plural de ''El'', proveniente del idioma cananeo, en cuyo panteón, El es el padre de los Dioses. Otras lenguas semíticas como el Árabe usan la palabra Ilah, o el Acadio Il/Ilim (plural), cognados de El, y cuyo significado corresponde a ‘’Dios’’.

(El/Elohim)


Pero esto es solo un recuadro de toda la pintura, la cual es mucho más grande. Todas las culturas han tenido un concepto para Dios/dios, no obstante no estén relacionados lingüísticamente. Y es que el lenguaje no explica del todo el concepto, pues las lenguas están condicionadas por tiempo y espacio, mientras que Dios es un término que intenta encapsular una Realidad sin tiempo y sin lugar, pues o permea todo el espacio y/o lo trasciende. Lo importante es saber que el fenómeno de lo sagrado es universal: no hay cultura que no lo haya concebido.


2. Hierofanía y Teofanía.



El fenómeno de lo divino en su definición más básica se refiere a una división de dos ámbitos: lo sagrado y lo profano. Profano no es lo mismo que blasfemo, y una vez más la etimología aclara su función: ''pro-'' (en frente) y ''fanum'' (templo). Por lo tanto, ''profano'' significa por fuera del templo. Es decir, lo profano consta de la vida cotidiana, de la acción diaria, ligada al cuerpo y la materia. Lo sagrado en cambio representa una selección de elementos/acciones que deben ser separados de lo cotidiano, que no serán usados para el sustento/supervivencia del cuerpo, sino que se dedican a una dimensión extra-corporal: aquella del espíritu.


Por ello, los humanos delimitamos el espacio sagrado, el tiempo sagrado, el alimento sagrado, el animal sagrado, la persona sagrada, la institución sagrada, etc. Todas estas separaciones provienen de elementos presentes en lo profano, pues no podemos crear nada ex-nihilo, pero lo importante es saber que se reservan y se extraen de su ámbito original. A esto se le llama sacrificio, que significa ‘’hacer sagrado’’: sacrum facere en latín. ¿Pero para qué se reservan, o para quién se retiene?


En algún punto en el pasado profundo, cuando nuestra especie era aún joven, concebimos una supra-realidad, interpuesta en la realidad empírica. Ningún otro animal muestra signos de este fenómeno, y entre las especies humanas solo tenemos constancia de él en las más desarrolladas: en el Homo sapiens confirmado, y altamente plausible en los Homo neanderthalensis -los cuales podrían no ser especies separadas sino subespecies: Homo sapiens sapiens y Homo sapiens neanderthalensis. No hay indicios de pensamiento religioso en especies más antiguas (Homo habilis, Homo erectus, Homo heilderbergensis, etc) a pesar que sí evidencian pensamiento simbólico(2).


Entonces, lo sagrado se reserva para una dimensión trascendente, intuida solo en criaturas con un altísimo grado de inteligencia. Lo trascendente es como ver a través de una ventana: en realidad vemos al vidrio que permite a la luz atravesarlo, lo visto está más allá, pero se filtra por la ventana, y está al alcance pero al mismo tiempo fuera de él. Este mundo es la ventana y lo trascendente se filtra a través de él. No era sino cuestión de tiempo hasta que un organismo muy perceptivo pudiera ver más allá: experimentarlo. Esta experiencia de lo sagrado debió ser tan radicalmente diferente de la vida cotidiana que provocó una brecha en la psiquis del/de los individuo/s : una diferenciación entre este mundo perceptible, y un mundo más allá. A la experiencia de lo sagrado se le llama Hierofanía (2), de -hieros ‘’sagrado’’ y faino ‘’mostrar’’.


La Hierofanía corresponde también a un estado alterado de conciencia, sea este inducido o espontaneo. Lo cierto es que es radicalmente diferente del papel cotidiano, y da a conocer realidades implícitas pero al mismo tiempo ocultas: muy próximas y muy lejanas. En la Hierofanía se da la Teofanía - de Theos ‘’Dios’’ y faino ‘’mostrar’’- en la que la realidad trascendente, inicialmente impersonal y dimensional, adquiere forma, personalidad y sobre todo ontología propia. Las deidades y/o la Deidad son reflejos culturales de la Entidad(es) revelada(s) por la Teofanía, sobre la cual se construye toda una teología. Por consiguiente, una Deidad es el producto de la concepción de lo sagrado, lo trascendente y de su posterior revelación como Entidad constituida.

(Teofanía)


Si lo sagrado se experimenta lo divino se revela, pero ninguno de los dos se crea de procesos cognitivos ordinarios. Así pues, se trata de un descubrimiento más que de una innovación, pues lo sagrado, y por defecto la divinidad, son a priori. Lo que es posterior y humano es la reflexión, especulación y sitematización de lo experimentado, lo cual es moldeado por cultura y lenguaje. Por ende, podríamos concluir que solo la mística corresponde a un contacto directo con lo trascendente, mientras que la filosofía, teología y religión son racionalizaciones aproximadas. Esto es lo que respecta en cuanto a la teoría de porque existe una idea de Dios, pero:



3. ¿Por qué creer en una divinidad?



El cuerpo es como un caparazón para el ser: lo que está adentro depende de sus sentidos completamente. Dentro está la mente, la característica definitoria de nuestra especie, Homo sapiens: el ser que piensa. Antes de que haya ‘’fe’’ hay mente, y antes de la convicción, raciocinio. Nadie nace con una fe fija, ni una afinidad natural por una u otra religión, todo depende del estimulo en las fases iniciales de la vida. Para la gran mayoría de personas la idea de Dios es una herencia cultural, que sin embargo satisface -aunque a veces no- necesidades intelectuales propias del ser humano. Esta necesidad es la reflexión: el cuestionamiento del porqué de las cosas. No importa que tan iletrado, indolente, e ignorante un individuo pueda ser, no hay nadie que no haya cuestionado ni al mundo, ni a la vida, ni a sí mismo.


Los sentidos dan a conocer un mundo: los ojos ven Rupa (la forma), los oídos perciben Shabda (el sonido), la piel siente Sparsha (el tacto), la nariz percibe Gandha (el olor) y la lengua Rasa (el sabor); estos son los Tanmatra, el aspecto cualitativo de los objetos de los sentidos. De tal manera, con el uso de los sentidos nos encontramos con un mundo basto, maravilloso, peligroso pero cautivador. Y con ello viene la curiosidad de conocerlo, de aprender, de explorar y experimentarlo. El resultado es reconocer la presencia de un Universo, el cual estaba ahí antes de que naciéramos y que seguirá ahí tras nuestra muerte. La vida no es sino un breve episodio en el porvenir del Universo. Además se reconoce que no estamos solos, hay otros seres, cada uno con su propia ''Volontas'' (voluntad). Esta voluntad está limitada a un solo cuerpo, cada cuerpo disfruta de su voluntad según su propia naturaleza, pero ninguna voluntad se aplica a todo el Universo. Es cierto que la cooperación de voluntades genera cambios a gran escala, pero ni siquiera la conjunción de todas las individualidades explica una voluntad universal. La Naturaleza sigue sus propias leyes, ella es su propia voluntad, pero nadie la conoce, aunque todos la estudian.


Por lo tanto surgen dos cuestiones:

1.¿De donde proviene este Universo?

2.¿Cuál es su Voluntad?


El análisis de la primera pregunta nos impele a buscar los ecos de las causas en sus efectos. Physis, Natura y Prakriti son las palabras que definen al Universo en griego, latín y sánscrito respectivamente. Todas ellas desvelan un significado similar: Physis de llegar a ser, de crecer; Natura de nacer, condición innata; y Prakriti de prexistente, desglosada en pra- ‘’anterior’’ y Kriti ‘’hecho’’. Las tres indican que la Naturaleza es la causa/nacimiento/crecimiento de los fenómenos, de sus cualidades inherentes, de su surgimiento y de su extinción -se transforma- (Bhavabhava); ella es la sustancia, patrón/regla y esencia de todo lo existente.


Baruch Spinoza, el filosofo Holandés, describe dos conceptos clave que usaré comparativamente, el primero es Natura-naturata, el cual incluye a todo el Universo como efecto. Y también a una Natura-naturans que efectúa la causas. La segunda es superior a la primera, incluso si son indistintas, en tanto que en la causa preexiste el efecto, así como en el huevo-vientre preexiste a la criatura antes de su nacimiento. A esta verdad se le conoce como Satkaryavada en sánscrito. Entonces, todo efecto puede remontarse en su causa, no necesariamente en orden cronológico, sino jerárquico. Todo se explica según su origen, en su natura -’’nacimiento’’. Los efectos de común origen se explican en reglas, y de manera parecida a la ascendencia, la categoría de su natura se adscribe a reglas cada vez más inclusivas.


La causa de la naturaleza se remonta hasta su momento cero: infinitésimo y extremadamente denso en causas-efectos. En la ciencia occidental se propone el Big bang, si bien algunos académicos no están del todo seguros de la precisión de la teoría. En la filosofía hindú se le llama Pradhana a un concepto extremadamente semejante al estado pre Big bang. Como tal Pradhana no puede ser nada definido, a no ser solamente como potencial puro (Shakti). Esta es la causa material del Universo, que en su virtualidad permite ‘’naturarse’’. Pero como no es activa, se necesita de un catalizador que la fecunde, que la agite, o que la ‘’nature’’. Ello corresponde a la causa efectiva.


La causa efectiva es Purusha/Ishvara, o un principio que en sí mismo es activo. Pradhana no es diferente de Purusha, son una misma y única cosa. La unión de dos principios aparentemente opuestos pero indivisibles genera el Universo. Prakriti/Purusha es Dios. Un Dios que se moldea a sí mismo, se da forma, se auto-genera, y se transforma (Parinama) -aunque otros dice que emana. Como este principio dual-no-dual es el ''nasci''(nacimiento) de la Naturaleza, y la Naturaleza misma al tiempo, se concluye que el Universo se origina de sí mismo. Esto lo hace eterno, incluso si en sus movimiento se moldee manifiesto o inmanifiesto. Por eso retomaré un término que ya usé: la Naturaleza es Bhavabhava-rupa, la forma de lo que es y se transforma. Como creador, emanador y auto-trasnformador la actividad de Dios no cesa.


Todo lo que hay es existencia, pues lo que no hay, bueno, simplemente no es. La nada no puede existir pues sería contrario a su concepto. La nada de hecho es un concepto, y como tal el concepto existe, si no, no habría nadie que lo conceptualizara. Todo lo que hay es Dios, y lo que hay más allá también es Dios. Todo esta conectado entre sí, esto también es Dios. Nada es independiente, solo Él es independiente.


Por ende, no hay quien no se maraville en la belleza de las montañas, el color de los arboles, el toque del viento, el frío del agua y las formas de las criaturas. No hay nadie que no contemple a Dios, pues no hay nada sino Dios. Es simplemente tan conspicuo que nadie se da cuenta. Y es real, aunque a veces todo se sienta como un sueño. Pues a pesar de que Dios es lo inmediato, inmanente, también es lo trascendental, del cual se infiere la existencia de lo sagrado. Lo sagrado está en la esencia de cada partícula, y en consecuencia, lo sagrado es omnipresente, mientras que lo profano es la excepción, la rareza y el sueño. Para quien no ve, todo es profano; para el que ve, todo es sagrado; y quien ve a medias separa entre sagrado/profano.


Esto con respecto a la Naturaleza de la Naturaleza. En cuanto a su Voluntad es fácil decir que es Dios. ¿Pero quién la conoce? Así como nadie puede saber lo que piensa su prójimo, qué decir de lo que piensa Dios, siendo la Naturaleza y moviendo la Naturaleza, en ella y fuera de ella. Lo cierto es que hay una Voluntad, porque las cosas existen, ya que Él/Ella/Ello así lo quiso. Ya en un escrito anterior cite al Aitareya Upanishad 1.1 como apoyo de esta idea.


El término Dios ha sido usado aquí con mucha flexibilidad y sin distinción. Por eso se dice que hay razones para creer en una(s) divinidad(es), porque el espíritu humano ve lo mismo y aún así lo describe como diferente. El Corán lo pone muy hermosamente al decir que para inferir lo divino hay que contemplar la Naturaleza, pues en ella hay ‘’signos para los que reflexionan’’ (Surah 6.97). Consecuentemente, incito a todos los lectores a reflexionar y encontrar su propia Hierofanía/Teofanía. No hay nada más bello que creer en Dios, ni se ama a nadie tan profundo, ni siquiera a una madre o a una pareja sentimental, como a Él/Ella/Ello. El verdadero amor incluye al Eros, al Filia, al Agape, y a todos los diversos tipos de amor. El amor por Dios es el amor al prójimo, a sí mismo y al Universo entero, así pues, el signo del creyente es el amor: quien no ama no es creyente. La confesión denominacional es un acto meramente cultural.



3. Posiciones con respecto a Dios.

Hay muchas razones por las cuales creer en o buscar a Dios. Pero como en el humano prima la particularidad, muchos llegan a conclusiones diferentes, las cuales pretendo explicar brevemente. De tal modo, comenzaré por los extremos: teísmo y ateísmo.


A. En negativo:


I. Ateísmo: la palabra proviene de la palabra ''teísmo'' (creencia en un Dios) y la partícula privativa: a- (negación). En términos simple se trata de la negación de lo divino, aunque hay matices. La concepción de lo trascendente es únicamente real como fenómeno cultural, social y psicológico, pero el ateo no reconoce su existencia como dimensión metafísica. La tendencia más fuerte entre la corrientes ateas es que la experiencia sensorial es la única aceptada, y como tal lo divino es, en el mejor de los casos, una inferencia no corroborable, y en el peor, loca imaginación.


En occidente el ateísmo ha ganado fuerza. Creo yo que el declive de la espiritualidad de occidente se debe al fallo doble de la religión tradicional. Por un lado está la perdida de su autoridad como sistema explicativo al confrontar directamente el nuevo paradigma de estas culturas: la ciencia. El dogma tradicional fue incapaz de reinterpretarse a sí mismo a la luz de nuevos descubrimientos teóricos y técnicos. Por otro, la incapacidad de las instituciones religiosas en apegarse a sus principios puros (abnegación, sinceridad, compasión, tolerancia, veracidad, etc) resultó en una perdida de confianza por el publico en general.


Pero el ateísmo no es una idea nueva, pues en la historia del mundo siempre han habido aquellos que no creen. Un ejemplo es la escuela Shramana/Nastika conocida como Carvaka, la cual surgió en la antigua India, cerca de los siglos VI y V antes de nuestra era. Los Carvaka son lokayatavadins, o sea, creen que este mundo es todo lo que existe, no hay nada trascendente. Ellos rechazaban métodos de conocimiento no empíricos: solo los sentidos propios son realmente confiables. Su filosofía era que el fin de la vida es el placer, el cielo (svarga) y los dioses son una invención de los Brahmanas (sacerdotes) para controlar la sociedad, el Samsara una ilusión y la existencia después de la muerte una esperanza vana.


La escuela Carvaka no tuvo mucho éxito y nunca compitió seriamente con la religión védica/brahmánica ni con otras escuelas Shramana. Adicionalmente, no hubo en la India nunca una religión atea - tal cosa es imposible en cualquier lugar-, los Carvaka eran más bien un movimiento filosófico. En el marco de la religiones ‘’dharmicas’’ sí hay religiones no-teístas, que no es lo mismo que ateísmo, pues aceptan la existencia de lo sagrado sin que ello implique la creencia en una divinidad. Por lo tanto, ni el Sankhya clásico, ni el Jainismo, ni el Budismo se deberían considerar ateos.


II. Agnosticismo: la etimología del término es la misma partícula privativa (a-) y la raíz griega gno- que implica conocer, como en gignosko (yo conosco). Como término, agnosticismo implica que el objeto del conocimiento (Dios en el caso) no es comprobable, sea porque el medio es insuficiente, o el sujeto incapaz de lograrlo. Decir que el agnosticismo es una posición media entre teísmo y ateísmo es una definición perezosa. No se trata de un compromiso sino de un escepticismo en la capacidad humana de conocer o negar algo tan grande y complejo como lo sería Dios. Así que se trata de una duda justificada, ni se niega ni se afirma la divinidad, precisamente porque el sistema de conocimiento es insuficiente.


El objetivo de la ciencia no es conocer lo trascendente o lo oculto, sino lo fenoménico: del griego faino ‘’mostrar´´. Como lo sagrado es in-fanum, es decir, delimitado/restringido a un ámbito solemne -sublime si se quiere-, escapa al objetivo de la ciencia que busca conocer el mundo empírico, inmediato. Pienso que creer que Dios es solo lo sublime se debe al contexto cristiano en que se gestó el pensamiento moderno, puesto que el cristianismo enfatiza solo su trascendencia. Otros ejemplos que citaré más adelante denotan que lo trascendental puede que no sea tan lejano, ni tan ajeno a los sentidos.


Algunos estudioso afirman que el Rig-veda, el más antiguo texto hindú, contiene un himno agnóstico. Claramente sería un anacronismo llamarlo así, pero el himno comparte con el agnosticismo el no concluir lo que no se puede saber, así que aquí voy a citarlo:


Nasadiya Sukta: himno de lo no-no-existente (na-asat).

(Rig-veda 10.129)


‘’En aquel entonces ni siquiera la nada no era, ni la existencia,

no había aire entonces, ni los cielos más allá.

¿Qué lo cubría? ¿Dónde estaba? ¿Bajo quién protegido?

¿Solo había entonces agua cósmica, en profundidades inconmensurables?


En aquel entonces no había ni muerte ni inmortalidad,

no había tampoco la antorcha del día y de la noche.

El Único respiraba sin aire y se auto-sustentaba.

Había entonces un Único, no había otro.


Al inicio solo había oscuridad cubierta por oscuridad.

Todo esto era agua opaca.

Aquel Único llegó a ser, cubierto en la nada,

surgió al fin, nacido del poder del calor.


En el comienzo el deseo comenzó en Él.

Esa fue la semilla primigenia, nacida de la mente.

Los sabios han buscado en sus corazones con sabiduría

conocer aquello que esta relacionado a lo que no es.


Y ellos han estirado su cuerda a través del vacío,

Y conocido lo que hay arriba, y hay abajo.

Poderes seminales hicieron fértiles fuerzas poderosas.

Abajo era fuerza, y arriba era impulso.


¿Pero, después de todo, quién realmente sabe, quién puede decirlo

de dónde vino todo, y cómo la creación ocurrió?

Los Dioses mismos vinieron después de la creación,

¿Entonces quien sabe realmente cuando surgió?


Cuándo toda la creación tuvo su origen,

sea que Él la formó o sea que Él no la hizo,

Él, que todo lo ve desde el cielo más alto,

Él lo sabe - o quizá incluso Él no lo sabe.’’


Este fue de hecho el primer himno védico que me leí, la impresión que me dejó fue sumamente profunda. Aquel Él debe ser sin duda el Brahman, o sea Dios, en sí mismo increado, no-nacido, eterno. Pero se pregunta el sabio-poeta que escribió el himno ¿Qué fue ese Uno? ¿de dónde provino? ¿de dónde todo esto? pues todo esto es existencia, siempre existente, sin inicio ni fin, ¿Qué había antes de lo que no comenzó nunca, que siempre fue? Ni los dioses conocen la respuesta, solo Dios que es el gran misterio realmente sabe, pero no sabemos si incluso Él sabe o no.


Aclaro, no soy ni agnóstico ni ateo. Pero reconozco que saber a ciencia cierta que Dios es, es supremamente difícil, es la más alta cima de la cordillera de la filosofía. La fe en sí es insuficiente, si bien inicia la senda. Solo la mística podría aportar el acceso a esa cima, pero esto está vetado al hombre común. Pueda todo ser aprender del Atman en su corazón, nadie más puede enseñarlo.



B. En Positivo.


I. Teísmo: proviene del griego Theos (Dios) e -ismos (sistema). En su definición más amplia designa la creencia en lo Divino, la Deidad y/o las Deidades. Existen muchos matices y subdivisiones -que veremos en poco- que podrían catalogarse como teístas. En su sentido más estricto, teísmo denota la creencia en un Dios personal, es decir, que posee voluntad y/o individualidad, y/o que posee atributos definibles, y/o con el cual es posible relacionarse. Este último punto lo contrasta al deísmo (véase II. Deísmo), en tanto que Dios interactúa con su creación y/o con sus criaturas, directa o indirectamente, ya sea manteniendo el orden cósmico y/o favoreciendo a sus devotos/profetas/protegidos/etc.


Muchas religiones son de este tipo: claramente la tres abrahámicas (Judaísmo, Cristianismo, Islam); pero también lo son en el Hinduismo el Vaishnavismo -con la doctrina de los Avatara-, el Shivaísmo y el Shaktismo, e igualmente el Vedismo hasta cierto punto; el Zoroastrismo; la religión Helénica; y muchas más.


Un ejemplo muy diciente de Teísmo, en su sentido estricto, es la Biblia; para los hebreos llamada Tanakh, que corresponde al Viejo Testamento de los Cristianos. El mensaje central es la alianza de Dios (YHWH/Elohim) con su pueblo elegido: Israel. A lo largo de sus páginas Dios interviene una y otra vez para preservar la alianza, ya sea castigando o bendiciendo a su pueblo, derrotando a su enemigos, o efectuando milagros. Veamos el ejemplo:


El Éxodo, que significa ex- (fuera) y odos (camino) [en el camino] en griego, es para mí la historia culmine de un Dios intervencionista. Primero, Dios salva a los patriarcas y epónimos de las tribus de Israel por medio del profeta José (Yosef) al llevarlos a Egipto, donde hay alimentos abundante mientras Canaán sufre una hambruna generalizada. Tras algunas generaciones, un faraón ‘’que no conocía a José’’ esclaviza a los Israelitas. Un bebé Israelita, de la tribu de Leví, que se crio en la corte del faraón, fue elegido como profeta al llegar a la adultez, cuando este estaba exiliado en Madián -por haber matado a un egipcio opresor. Su nombre era Moisés (Moshe). Dios le otorgó su llamado profético a través de un prodigio: le habló directamente desde un arbusto en llamas que no se consumía.


(YHWH habla a Moisés)


Lo que sigue son la famosas diez plagas: Dios envía una mal tras otro para convencer al faraón que deje ir al pueblo elegido en libertad. Las plagas incluyen maravillas tales como cuando las aguas se convirtieron en sangre, además de varias enfermedades y pestes. Solo la última, la más radical -el ángel destructor que mata a los primogénitos egipcios- logra el objetivo. Luego ocurre la intervención más famosa de todas: Dios divide el mar en dos para que los Israelitas puedan escapar de Egipto.


Creer o no en estos milagros depende de la fe de cada quién. Pero lo importante del Éxodo no es el milagro que da la independencia a los Israelitas como tal, sino lo que ocurre después. Cuando llegan al Monte Sinaí, Dios decide que es hora de sellar la alianza que había efectuado con el ancestro de Israel, Abraham. Tras una Teofanía en lo alto de la montaña, Moisés recibe los Mandamientos, que no son solo diez -aunque estos sean los que más se recuerdan- o mejor dicho ‘’la Ley’’. ‘’La Ley’’ es la intervención directa de Dios, cada aspecto de la vida del Israelita está ordenado y regulado directamente por Él. Es Dios quién guía directamente a Israel, y por medio de su pueblo es que efectúa los designios para los cuales creó al hombre y al mundo.


(YHWH en el Monte Sinaí)


Este es el caso más obvio de un Dios que es activo e interactúa con su creación. Con todo, es importante recalcar que es un ejemplo entre varios, y en ninguna manera el Teísmo estricto es exclusivo de la Biblia o de alguna religión en especifico.


II. Deísmo: no proviene del griego Theos, sino del latín Deus; pero esto no nos dice mucho. El Deísmo en términos amplios es la inferencia de un Ser Supremo mediante la observación de la naturaleza, sin necesidad de revelación y/o institución. También hay un Deísmo estricto, el argumento principal de este sistema es que se acepta la existencia de Dios pero no su intervención y/o relación con el mundo. Esta posición es el extremo de la idea de un Dios trascendente. Él creó el mundo, pero una vez terminada su tarea principal (de creador) Él se retira, y deja que la creación siga su propio curso. El cosmos se regula solo. Aquí Dios ni es el mundo, ni está en el mundo, ni interactúa con el, y puede que ni siquiera le interese.


Hay varios matices Deístas, tal como el concepto de ''Deus otiosus'' (Dios ocioso). Un Deus otiosus es la Causa principal de la creación, en la cual participa activamente y/o delega a otras deidades que Él creo para esta función, pero es ocioso, entonces, porque son estas deidades menores delegadas quienes cumplen el rol de gobernar el cosmos, mientras Él pertenece separado y alejado, aunque es Él la fuente de todo poder y autoridad. Un Deus otiosus es Olorun (3) de la religión de los pueblos de habla Yoruba -provenientes de África occidental. Olorun es la Causa Omnipotente, pero son los dioses menores quienes entran en contacto con la humanidad y la naturaleza; los seres humanos no lo adoran directamente.


(Olorun)


Brahma, en el Hinduismo, es en teoría un Deus otiosus, su única función es crear, no preservar ni destruir. Pero en efecto no es ocioso, pues la historias puránicas hacen que participe como personaje secundario en muchísimas ocasiones; casi siempre como dador de dones maravillosos, otras como arbitro entre dioses y demonios, y a veces como intercesor de la creación ante Vishnu. Otro punto que no hace de Brahma un Deus otiosus es que no es distinto de sus aspectos activos: Vishnu y Shiva. Por último, él si es adorado directamente, aunque en una pequeñísima cantidad de templos, tal como el de Pushkar en Rajasthan.


Igualmente, hay ejemplos de un Dios completamente trascendente que no se revela pero se infiere, que no crea pero emana. El neoplatonismo concibe un complejo sistema de emanaciones jerarquizadas, a las más elevadas se les podría llamar Dios. Más allá de toda concepción, un principio totalmente apofático, es To Hen (el Uno), la Causa de todas la causas, completamente separado de la creación. De Él -o mejor dicho Ello- emana el Nous (la Inteligencia), que si es un Algo, de hecho es la conjunción de todos las formas ideales. El Nous es el Demiurgo (Creador). Del Nous surge Psyche (el/las Alma/s), y de está ultima se da la última emanación: el mundo fenoménico.


(Esquema de la Emanación Neoplatónica)


III. Politeísmo: del griego ''poly-'' (muchos) y ''Theos'' (Dios/Dioses). Este es un concepto fácil, a primera vista se trata no de la existencia de un solo Dios, sino de muchos. El Politeísmo es un tipo de Teísmo. Puede que haya una Causa primigenia de donde se originan los Dioses, pero lo importante es que hay muchos poderes en el cielo y/o en la tierra, la sociedad, la naturaleza, etc. Todos Ellos son dignos de adoración. Los Dioses son de muchos tipos divinos: nacen e incluso a veces mueren y renacen, son ociosos o muy activos, son aspectos de Uno solo o son completamente separados entre si, con o sin personalidades, e incluso personales o impersonales. Generalmente se cree que son meras personificaciones de fuerzas naturales o sociales, pero esto es una simplificación odiosa. En realidad se trata de una fragmentación de la Divinidad Universal en varias ‘’persona’’ (facetas o rostros).


Las religiones politeístas son muchísimas: en el Hinduismo el Vedismo es aparentemente politeísta -si bien se puede argumentar su trasfondo monoteísta-, junto con el Sintoísmo, la religión popular China, las religiones de los Yoruba, la religión Nórdica, la Helénica, la Romana, la Celta, la Mesopotámica, la Egipcia -aunque este caso es el mismo del Vedismo- , las religiones de Mesoamérica, y muchas más. De todas ellas puedo decir lo siguiente: el politeísmo no es la simple explicación fantástica de los fenómenos naturales, se trata más bien -como ya dije, pero lo repito- de la fragmentación del concepto de los sagrado/divino, inherente en todo, por aspectos y/o funciones. Así pues hay politeísmos naturalistas: los Dioses se infieren como la divinidad en la naturaleza, y como la naturaleza es pluralista -a veces benigna, a veces peligrosa, dadora y depredadora, mansa y/o furiosa- los Dioses reciben su humor y personalidad de ella. Empero ¿No será al revés, no será la Naturaleza quién recibe de los Dioses sus características? Quién sabe, yo me inclino por la primera idea, pero no descarto la segunda. Por otro lado, hay religiones sociales: los Dioses velan por y dan ejemplo de las conductas sociales/culturales que el hombre debe seguir. Sin embargo, en la practica todo politeísmo es una mezcla -en diferentes proporciones- entre Dioses naturales, sociales, culturales, inmanentes y/o trascendentes.


Como ejemplo tenemos la religión Helénica - de los antiguo Griegos- que es tan popular en la actualidad. Los Dioses tienen sus jerarquías y dominios. Los hay primigenios/primordiales como Khaos (Caos), Ouranos (Cielo), Gaia (Tierra) o Nyx (Noche); titánicos como Khronos (Tiempo), Rhea (madre de los Dioses), Oceanos (Oceano), Epimeteo (el que piensa después) y Prometeo (el que piensa antes); y claro está, los más conocidos de todos: Los Olímpicos. Los Olímpicos son principalmente doce:


1. Zeus [Pater], el Padre Celeste y Rey de los Dioses.

2. Hera, Diosa del matrimonio y el hogar.

3. Poseidón, Dios del mar.

4. Hades, Señor del inframundo.

5. Ceres, Diosa de los cultivos y la agricultura.

6. Hestia, Diosa del fuego del hogar (fuego controlado/civilizado).

7. Afrodita, Diosa del amor y la sexualidad.

8. Ares, Dios de la guerra.

9. Atenea, Diosa del intelecto.

10. Hermes, un Dios muy polivalente.

11. Apolo, Dios del sol y las artes.

12. Artemisa, Diosa de la naturaleza y el mundo salvaje.


Hay, además, muchos otros Dioses menores como: Hefesto (el fuego y la forja), Helios (el Sol), Eolo (el viento), Hekate (la magia), Eros (el amor), Eris (la discordia), etc.


(Los Dioses Olímpicos)


Contrario a la creencia popular, la religión Romana no es una simple copia de la religión griega, es más, en las etapas arcaicas de esta civilización, fue claramente diferente de la griega, aunque afín a ella dado su origen indo-europeo común. Jupiter, o mejor Iovis Pater, fue asociado a Zeus porque claramente son homólogos, para ilustrar las semejanzas. Pero en la diferencias hay dioses propios romanos, como Quirino, Mars, Volturno, Neptunus, Belona, Fides, Fortuna, Mater Matuta, Pomona, Selene, Ops, Sumano, Conso, etc. Fue durante el periodo republicano temprano cuando los romanos mezclaron e identificaron sus propios Dioses con los de los griegos, adoptando sus ritos y mitos [narraciones]. Muchos dicen que los Dioses propiamente romanos no poseen mitos, pues la mayoría los perdieron el momento del sincretismo.


La pregunta importante, no obstante, para la mayoría de mis lectores es si el Hinduismo es politeísta. No es tan simple, porque el Hinduismo es un término que cubre varias religiones relacionadas, cada una con su propia conclusión. Entonces habría que preguntarse si el Vedismo es politeísta. Con Vedismo me refiero a la llamada religión védica, o en otras palabras, en aquella descrita por los Samhita del Veda, a decir el Rig, Sama, Yajur y Atharvan (los 4 Vedas). La respuesta es que se trata de un politeísmo en la forma pero un monoteísmo en la esencia. Sí, hay muchos Dioses y de todo tipo, naturales, sociales-culturales, inmanentes y trascendentes, pero no son separados del todo. Los Viprajan (los Sabios) llaman con muchos nombres a una Única Verdad (Rig-veda 1.164.46). Todos los Dioses son esta Única Verdad, por ello, aunque no sean omnipotentes en sí mismos, me refiero a todos ellos con mayúscula -incluso en el plural- pues en el conjunto son la Gran Deidad que sí es Omnipotente: Dios/Brahman.


Para quién interese, algunos Dioses védicos incluyen, pero no se limitan ni en número ni en función, a:


+ Mitra-Varuna, los 2 Dioses soberanos.

+ Aryaman ,Dios de los ancestros.

+ Bhaga ,Dios de la riqueza.

+ Indra, Rey de los Dioses y Señor del relámpago.

+ Vayu, Dios del viento.

+ Dyaus, Dios del cielo.

+ Pushan, Dios de los caminos.

+ Ushas, Diosa de la aurora.

+ Aditi, madre de los Dioses.

+ Prithvi, Diosa de la tierra.

+ Nasatya y Dasra, los Asvins -Gemelos Celestiales.

+ Savitur, Dios del Sol.

+ Garutman, el Ave Celestial.

+ Vishnu, el de las Tres Grandes Zancadas.

+ Rudra, el Aullador, Dios de la naturaleza salvaje.

+ Prajapati, el Creador.

+ Agni, quién no podría faltar ya que su importancia es inmensa, Él es: el fuego, el Purohita (sacerdote), el sacrificio, el fuego del sacrificio, el nacido del agua, el ombligo del mundo, etc.

(Indra, Rey de los Dioses)


El panteón védico es ligeramente diferente de aquel del Hinduismo moderno. Para más información del panteón hinduista actual ver: https://john23brodriguez.wixsite.com/website/post/los-rostros-y-nombres-del-supremo.

IV. Animismo: aquí estoy haciendo una pequeña trampa, pues el animismo no es propiamente un tipo de teísmo, aunque sí es una posición con respecto a lo sagrado. Muchas veces, además, no es excluyente con el politeísmo, sino parte integral de o yuxtapuesto a ello. Animismo proviene de la voz latina Anima (Alma), lo que explica su significado: el mundo, los objetos, los animales, las plantas, los humanos, en general todo, posee alma -o mejor dicho espíritu- y/o esta animado (posee vida de una u otra manera). No se trata, sin embargo, de un espíritu universal, únicamente, sino de una infinitud de espíritus con diversas relaciones entre sí y el ser humano. Siendo así, el Universo está imbuido de lo sagrado a nivel micro/particular. Los espíritus pertenecen al ámbito de lo trascendente, pero no son omnipotentes ni omniscientes, dichas cualidades se hayan solo en el conjunto (el Alma cósmica).


Los espíritus son de varias categorías: los Dioses representan las más altas, pero hay Dioses mayores y divinidades menores, localizadas. Hay espíritus naturales y sociales de incluso menor categoría, que por lo general son ambiguos: los hay benéficos, tricksters, o maléficos. Por ejemplo, cada roca tiene su espíritu y/o guardián, cada árbol su personalidad, cada ser humano su guía, etc. La interacción con los espíritus puede ser mediada por la religión, en caso que se trate de deidades, demiurgos, guardianes, u otro tipo de espíritu venerable. Con todo, con muchos de ellos se interactúa a través de la magia. Esto explica la relación intrínseca entre animismo y chamanismo.


De ello testifica el Tengrismo, la religión tradicional de los pueblos túrquicos y mongoles. El Tengrismo es bastante antiguo, pues hay evidencia de ello desde la época de los Xiongnu -confederación de pueblos turco-mongoles (Hunos) de los últimos siglos antes de nuestra era. También gozó de una amplia dispersión geográfica, pues pueblos nómadas de la estepa lo llevaron allí donde migraron o invadieron, como es el caso de los Hunos -sean los blancos (Heftalitas), azules/negros (Alchon o Hunas), los de Atila en Europa, etc- y de los Mongoles. El Tengrismo posee Dioses, incluso recibe su nombre por el Dios Supremo, Tengri (el Cielo); sin embargo, sus practicas rituales son claramente chamánicas, pues eran los chamanes -y no sacerdotes, pues el Tengrismo no tiene- quienes interactuaban con los millares de espíritus que pueblan el mundo.


(Chaman mongol)


Otro tipo de religión animista es el Sintoísmo. Los Kami (Dioses) son muchísimos, y los hay creadores/cosmológicos con grandes templos, o muy menores y localizados en pequeños santuarios, casas, ríos, piedras, etc. La religión griega y romana también presentaban rasgos animistas. Para los griegos habían infinitos Daemones (espíritus) que influían en el ser humano; tanto así que la palabra felicidad se dice Eudaimonia (con un buen Daemon). Los cristianos satanizaron la religión clásica, en consecuencia la raíz etimológica de ‘’demonio’ es Daemon, pero la idea de que eran seres puramente malignos es una invención cristiana, utilizada para desvirtuar el paganismo. Los Daemones podían ser buenos, malos, o ambiguos/neutros. En el caso romano estaban los Genios -muy afines a los Daemones-; los Lares, deidades del hogar; los Manes -espíritus de los ancestros-; los Lemures, espíritus de los muertos; etc.


(Un hombre y su Daemon)


El Hinduismo, al ser tan pluralista, presenta rasgos animistas. El origen de estos rasgos es pre-védico, védico y post-védico, es decir, incluye elementos de las religiones nativas de la India antes de la llegada de los Arya, de la tradición indo-europea que ellos trajeron al Subcontinente, y de la absorción de tradiciones de distintos pueblos con los que el Hinduismo entró en contacto: Dravidas, Adivasis, Kushanas, Sakas, Hunas, Yavanas, Mlecchas, etc; además de tradiciones parcialmente arias, como aquellas de los Yadavas, Abhiras, y Bhojas. Algunos seres que pueblan el cosmos incluyen a los Yakshas (espíritus de la naturaleza), Gandharvas (seres semi-divinos), Pitris (ancestros), Nagas (espíritus serpentinos) Ganas, Vinayakas y Bhutas (fantasmas), y muchos otros más.


V. Monoteísmo: este será sin duda el término con el que la audiencia occidental está más familiarizado, ya que en estas partes del mundo imperan religiones monoteístas. El vocablo se compone de ‘’monos’’ (uno en griego) y Theos (Dios). Así pues, el monoteísmo significa la existencia de un Único Dios, Omnipotente, Omnisciente y Omnipresente. De acuerdo a esto, no pueden haber otros Dioses, ellos o son una invención, o son demonios, o de una categoría superior a la humana pero inferior a la divina, y por ello no merecen adoración. Entonces, hay solo un Ser Supremo creador y hacedor del universo con todas sus criaturas; su poder es inigualable. Puede que hayan seres celestes, como los ángeles u otras categorías, pero como ya dije ellos no son la divinidad.


Existe monoteísmo absoluto, como aquel del Judaísmo del 2° templo y el Islam. El Judaísmo tiene un antes y un después de la destrucción del Templo de Salomón y del cautiverio en Babilonia. La idea de un Dios Único se gestó definitivamente durante el reinado del rey Josías, pero solo fue completamente adoptado por los Judíos tras los dos eventos ya mencionados. Cuando el rey aqueménida Ciro II les permitió retornar a Judea, ellos construyeron un segundo templo, de ahí el nombre. La destrucción del primer templo y de Jerusalén fueron atribuidas a la falta de fidelidad al Dios nacional de Israel (YHWH), por lo tanto, desde el cautiverio y la repatriación, junto a la dedicación del nuevo templo, el pueblo Judío se comprometió de lleno con el monoteísmo, que aunque ya existía, no había sido tomado en serio por todas las capas de la sociedad judía.


(Templo de Salomón/Primer Templo de Jerusalén)


En el Islam, el monoteísmo absoluto se conoce como Tawhid, o monoteísmo puro. Del hermoso Tawhid ya hablé en mi anterior escrito: https://john23brodriguez.wixsite.com/website/post/sobre-brahman-y-allah-de-hinduismo-e-islam. Está es la forma más extrema de monoteísmo, pues Dios no tiene ni igual, ni cónyuge, ni parentela, ni engendra, ni emana; su categoría es totalmente Única y no la comparte con nada ni nadie de ninguna manera. Adicionalmente, Allah (Dios) es tan inefable y trascendente que ninguna forma ni aspecto se le puede asociar.


El Cristianismo, en cambio, es más laxo en su monoteísmo, pues las iglesias que aceptan el Credo Niceno son trinitarias, o sea, aceptan un solo Dios que se manifiesta en tres personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo. No es que hayan tres Dioses, sino que un Único Dios posee tres ‘’persona’’: facetas y/o aspectos. Una de los tres ‘’persona’’ además es ambigua en su divinidad: el Hijo. Jesús de Nazareth es el nombre del Hijo, que siendo Dios se hizo hombre. Hay muchas posiciones con respecto a la naturaleza del Hijo (Cristología): si es completamente hombre o divino, si es una categoría diferente a las anteriores dos, si posee una o dos naturalezas, si estás naturalezas están definidas o confundidas, etc (3/4). La posición más difundida -ortodoxa como dirían algunos- es la del Credo Calcedonio: Divino y Humano pero co-eterno y co-existente con el Padre.


(Jesús de Nazareth)


No obstante, hay corrientes no trinitarias, tal como el Arrianismo, en el cual el Hijo es creado por y separado del Padre, siendo solo este último la Deidad Suprema. Casos más extremos presenta el Mormonismo -movimiento de los Santos de los Últimos Días (LDS). que considera que la divinidad del Padre es adquirida, y no eterna e increada, además de conceder la posibilidad de otros Dioses Supremos, cada cual con su propia creación.


Otro asunto polémico es la emanación de la tercera ‘’persona’’, el Espíritu Santo: Para la Ortodoxia Griega este emana solo del Padre, mientras que para el Catolicismo Romano emana del Padre y del Hijo. Esta cuestión - el ‘’Filioque’’- causó el gran cisma de 1054 d. C. Los protestantes acusan tanto a católicos y ortodoxos de poner en riesgo el monoteísmo debido a la veneración de los santos y de la Virgen María. Con excepción del caso Mormón, la teología cristiana no compromete del todo el monoteísmo, simplemente no es tan estricto como el judío y musulmán, y le da matices.


En el Hinduismo hay monoteísmo, es más, la comprensión cabal del Hinduismo es definitivamente monoteísta, aunque para llegar a ese punto hay que pasar por muchas capas de interpretación y manifestación de la divinidad. Los Upanishads, el Brahma-sutra (Vedanta-sutra) y Bhagavad Gita presentan al Uno, Único, sin un segundo: el Brahman. Contrario a la creencia popular, en parte por la popularidad de la escuela Advaitavada, el Brahman no es únicamente un Dios impersonal, Él es Dios personal e impersonal. La doctrina/filosofía del Brahman es llamado -tan solo en la academia- como Brahmanismo. Todas las escuelas hindúes se remiten en su esencia al Brahman, así como también el Veda desemboca en Brahman. Brahman es el tesoro más preciado y guardado del Hinduismo.


Hay, sin embargo, otros matices de monoteísmo en el Hinduismo, algunos de confección bastante reciente. La escuela de Vaishnavismo Bengalí (Gaudiya) es Henoteísta, aunque sintetiza ideas Panteístas, Panenteístas y Teístas, evidenciadas en los conceptos de Brahman, Paramatman, y Bhagavan, respectivamente. Empero, una se sus estribaciones, el movimiento Hare Krishna, ha desarrollado un sistema cada vez más monoteísta. La institución más grande del movimiento, ISKCON (International Society for Krishna Consciousness) sostiene que Krishna es el Único Ser al cual puede adscribírsele el sustantivo de Dios; toda otro ser divino -o celestial- pertenecería a una clasificación inferior: semidiós. Incluso Shiva y Brahma junto con Indra y los demás son semidioses; para ellos Shiva es casi Dios, Brahma es un alma corriente e igualmente ocurre con los demás semidioses. Los Avataras -encarnaciones de Krishna- sí son Dios, que adquiere distintas formas según deseo propio o por necesidades de importancia cósmica. Como solo Krishna es Dios, pero sus Avataras/Formas también lo son, se denomina a este sistema como un Monoteísmo polimorfo.

(Gopala-Krishna)


VI. Henoteísmo: compuesto por las raíces Hen (uno en griego) y Theos (Dios). Fácilmente confundible con el monoteísmo, posee un elemento diferenciador claro con respecto a este: No hay un Único Dios, se acepta la existencia de muchos de Ellos, pero solo Uno es digno de ser alabado. El Henoteísmo se da en general en sistemas que en un inicio son politeístas. Podría decirse incluso que esta posición no es excluyente con el Politeísmo, más precisamente, se trata de una elección -por diversas razones- de un grupo y/o individuo de dedicar toda su devoción a una Única Deidad, pero sin demeritar la existencia y/o potestad de las Otras. Una palabra de casi igual definición es la de Monolatría: monos- (uno) y latreia (adoración).


Las principales escuelas de Bhakti (devoción) hinduistas son henoteístas. Para el Vaishnava solo Vishnu -o sus Avataras- merece su adoración; en la Shri-sampradaya, por ejemplo, el devoto se ‘’casa’’ con Vishnu, lo que implica rendición y devoción absoluta al Señor -a esto se le denomina Sharanagati. Con todo, el Vaishnavismo convencional no llega al punto de negar a los otros Dioses, y por eso no sufre una transición total al monoteísmo. Igualmente ocurre con el Shivaismo y el Shaktismo, siendo Shiva el único receptáculo de alabanza, para el primer grupo, y Durga/Shakti para el segundo. Hay también otras sectas henoteístas como los Ganapatyas (con Ganesha) y los Sauras (con Surya). Debido a los Vrata (votos) algunos hindúes son monolatras, pero no necesariamente henoteístas, puesto que deciden adorar a un solo Dios, pero por un tiempo determinado y para obtener un favor especifico, en vez de devoción absoluta. La excepción a la regla son las sampradayas Smarta, que optan por adorar a Dios sin decidirse por una forma en particular.


(Perumal, una forma de Vishnu)


Lo más probable es que la antigua religión israelita fuese un Henoteísmo. Durante el periodo del 1° templo, la elite de Jerusalén promulgaba la adoración restringida únicamente a YHWH/Elohim, cuyo culto competía con otros autóctonos o extranjeros, como es el caso de Baal Hadad -mayoritariamente- o Moloch, Dagón, Astarte, y otros. La cuestión es que El/Elohim era padre de los demás Dioses cananeos, incluyendo a su contrincante Baal, mientras que YHWH era un Dios menor guerrero, asociados a los desiertos y las colinas. Cuando YHWH fue asociado y sintetizado con El/Elohim, adquirió aspectos del segundo, tal como su consorte: la Diosa Asherah. Durante varios siglos se adoraron, incluso en Jerusalén, a ‘’YHWH y Su Asherah’’, pero el culto de la segunda cayó en desuso, y la religión evolucionó en un monoteísmo completo.

(Altares de YHWH y Asherah)


VII. Panteísmo: el termino es conformado por pan- (todo) y Theos (Dios), por tanto, significa que Dios es todo. Está es la posición del Dios Inmanente, o sea, el mundo con cada una de sus criaturas no son otro sino Dios. Él permea todo lugar, penetra en las alturas y los abismos, así como en lo vivo y lo inanimado: ciertamente todo es Dios. Él y el universo no son diferentes, son Uno y el mismo. El Panteísmo no siempre niega la trascendencia de Dios, pero nos hace buscarlo no en la lejanía del otro mundo, sino en la inmediatez de este, dado que Dios se convierte en el Universo. El cosmos no es únicamente dependiente de Dios en su creación y sustento, sino que en su matería misma es el cuerpo de Dios. Él es Omnipresente.


El Brahmanismo es claramente panteísta puesto que Brahman es el Atman en cada ser vivo, además de que Él se transforma en el mundo. Esta transformación no pone en peligro la inmutabilidad del Brahman, ya que Él sigue siendo el mismo que efectúa los cambios del mundo. Él es constante en producir, sustentar y destruir, y nunca deja de estar subyacente en la realidad: Brahman es el tejido de la realidad. En el Vedanta, solo los Advaitins son monistas pero no panteístas, ya que para ellos el mundo es ilusorio. Pero Brahman no es ilusorio ni acepta un segundo, por lo que no puede haber un mundo ilusorio separado de lo real. La ilusión es su falsa interpretación, todo lo demás es real.


Hay un himno védico que es el parangón del Panteísmo, puede que incluso sea el himno más famoso del Veda, su nombre es Purusha Sukta: el himno del Hombre Universal. Un himno tan importante merece una mención en extenso:


Purusha Sukta. (Rig-veda 10.90.1-18).


1.‘’El Ser Supremo tiene mil cabezas, mil ojos, mil pies.

Permea el cosmos en cada lado, Él llena un espacio diez pulgadas más allá.

2. El Ser Supremo es en verdad todo esto, lo que ha sido y lo que será.

Es Él quien confiere a todo la inmortalidad por solo la cual ellos viven.

3. Tan majestuosa es su Grandeza, sí, más Grande que esto es el Ser Supremo.

Todas las criaturas conforman un cuarto de Él, tres cuartos son la vida eterna arriba.

4. En los cuatro cuartos el Ser Supremo se ergio, un cuarto otra vez permaneció aquí.

Entonces Él penetró a cada lado, sobre lo que come y lo que no.

5. De Él este Virat [Universo] nació, otra vez del Virat emergió el Hombre Universal.

Cuando nació se esparció al este y oeste, más allá de los limites del mundo.

6. Entonces los Dioses hicieron un sacrificio. El Hombre Primigenio era la ofrenda.

La primavera se volvió la mantequilla, el verano el alimento, el otoño la ofrenda de arroz.

7. Entonces siete fueron los palillos encendedores, las ramas de combustible tres veces siete.

En aquel sacrificio de los Dioses el Hombre Primordial fue atado como la victima.

8. Este el Ser Supremo, el primogénito de los seres, fue purificado con aspersiones.

Entonces fue hecho el primer sacrificio de los Dioses y sabios de antaño.

9. De aquel sacrificio general la mantequilla goteante fue recolectada.

Él formó a las criaturas del aire y a los animales tanto domésticos como salvajes.

10. De aquel sacrificio general, los himnos del Rig y el Sama nacieron.

De ahí las varias métricas nacieron, el Yajus tuvo su nacimiento de Él.

11. De ahí nacieron los caballos, de ahí todos los animales con dos hileras de dientes

De ahí las vacas, de ahí las cabras y ovejas se produjeron.

12. ¿Cuándo ellos contemplaron al Hombre Primordial en cuantas maneras lo concibieron?

¿Cuál era Su boca?¿Cuál Sus brazos?¿Cómo eran llamados Sus muslos y pies?

13. El sacerdote era Su boca, de ambos brazos fue el guerrero hecho.

Sus muslos se convirtieron en el comerciante/artesano, de Sus pies se produjo el agricultor.

14. La Luna fue creada de Su mente, y de Su ojo nació el Sol.

De Su boca nacieron Indra y el Fuego, de Su aliento vino el Viento.

15. De Su ombligo vino el mundo astral, y de Su cabeza el mundo más allá.

La Tierra de Sus pies y el espacio de sus oídos, así ellos crearon los mundos.

16. Yo conozco al Magnifico Ser Supremo, cuyo color es como el Sol, más allá del alcance de la oscuridad. Él es el Omnisciente, creó de Si Mismo todas las formas variadas y las llamó con muchos nombres.

17. El primer creador [Brahma] conoció al Ser Supremo, Él a su vez hizo a Shakra [Indra] quien lo proclamó en las cuatro direcciones. Desde entonces, incluso hoy aquél que Lo conoce y por tanto a la creación, como permeada, penetrada y poseída por el Ser Supremo ciertamente alcanza la inmortalidad. No hay otro camino.

18. Los Dioses sacrifican a través del sacrificio, por ende fueron las primeras ordenanzas establecidas. Aquellos grandes Seres que basan sus vidas en el sacrificio de verdad alcanzan el más alto Reino Espiritual donde todos los santos habitan. (5)’’


El Hombre Primordial (Purusha) se ofreció a si mismo en sacrificio, no como un sacrificio ordinario en donde se inmola una victima, sino que de su cuerpo creó a los sacrificantes, a los utensilios del sacrificio, a las ofrendas, al fuego, al altar, a los himnos y al resultado. El Virat es la forma del Hombre Universal. No por sacrificarse murió, pues solo Él realmente vive en el sentido pleno de la palabra. Un cuarto de sí mismo es este mundo, hecho por Él, en Él y con Él; y reservó tres cuartos para el más allá. Esto que hizo está ‘’permeado, penetrado y poseído por el Ser Supremo’’. Ya que el cuerpo del Señor llegó a ser el cosmos, también se le puede llamar Vishvarupa: la Forma Universal.

(Purusha: el Hombre Universal)


VIII. Pandeísmo: es una variante más radical de panteísmo, en la cual Dios pierde su identidad o ‘’su vida’’ al convertirse en el Universo. De tal manera, la trascendencia queda comprometida por una inmanencia absoluta, que no acepta a su opuesto en simultaneo -como si ocurre con el Panteísmo tradicional.


No conozco ejemplos directos, pero lo más cercano sería el caso de Ymir en la antigua religión nórdica. Ymir era el gigante primordial, el cual fue inmolado por los primeros Dioses para confeccionar el universo. Ymir, no obstante, murió en el proceso y literalmente -como no es el caso del Purusha- su sangre, huesos y carne fueron transformados en montañas, ríos y praderas, etc. Con todo, Ymir aunque sí era divino, no era ningún tipo de Ser Supremo ni el Demiurgo como tal, sino tan solo la sustancia de la creación.


(El Gigante Ymir)


IX. Panenteísmo: es otra variante del panteísmo. El concepto se desglosa en pan- (todo) en- (dentro) y Theos (Dios). Esta variación consiste en que Dios no solamente es todo, sino que se halla presente de manera localizada en cada partícula de la creación. De tal modo, no se trata que Él sea el tejido de la realidad, su origen y conjunto, de tipo impersonal; en cambio, penetra todp en modo personal también. Su forma está dentro de cada piedra, río y montaña. Así también, junto al alma individual de cada ser y/o objeto, se encuentra el Señor acompañándola.


En Yoga y Vedanta el término Paramatman es panenteísta. Paramatman es la parte inactiva del Ser que acompaña a la parte activa Jiva-Atman. El Paramatman es Dios mismo habitando en el corazón de los seres vivos, no de manera indirecta en tanto que el alma es una extensión de Él, sino de manera directa, siendo testigo y compañero (el Ser) de su porción (el ser). El Mundaka Upanishad lo describe de la siguiente manera:


‘’Dos pájaros, inseparables amigos, se posan en el mismo árbol. Uno de ellos come el fruto dulce, mientras el otro lo mira sin probar bocado. En el mismo árbol esta sentado el hombre, sufriendo, confuso por su propia impotencia. Pero cuando ve al Señor y conoce su gloria, su corazón se llena de alegría y el sufrimiento desaparece.’’


Mundaka Upanishad 3.1.1-2


El mismo árbol es este mundo y/o la cueva del corazón. Los inseparables amigos son el Jiva-Atman y el Paramatman, que de hecho no son diferentes entre sí. El Señor ya está en el corazón del hombre, solo es necesario mirar hacia adentro para encontrarlo.


(Paramatman en todos los seres)


X. Egoteísmo: de ''ego'' (yo en latín) y ''Theos'' (Dios). Esta posición no es del todo compatible con el teísmo, pero un vistazo a fondo tampoco la hace incompatible. La premisa del egoteísmo es que la divinidad es inherente en cada ser vivo, no porque esté hecho de Dios, o porque Dios habite en él, sino porque el individuo es Dios mismo. Sin embargo, siempre hay intervalos que oscilan entre lo teísta y no-teísta.


Dos ejemplos claros son el Jainismo y el Budismo. Para los Jainas cada individuo puede liberarse de la contaminación ‘’Karmica’’ y alcanzar un estado liberado, más que divino. Eso torna al individuo en un Arihant o Jina (Conquistador/Victorioso), obteniendo en el proceso la Omnisciencia (Kevala-jñana). Entre los Kevalins (Seres Perfectos) están los Tirthankara (Hacedores de vados) Seres Divinos que fueron humanos en su tiempo, pero que al alcanzar la perfección se dedicaron a liberar otras almas, en vida y después de ella. En total hay 24 Tirthankaras conocidos en este ciclo del tiempo, comenzando por Rishabhadeva y terminando en Vardhamana Mahavira.


(Los 24 Tirthankaras)


En inglés existe una palabra para la cual no conozco traducción, se trata de ‘’Buddhahood’’ o el estado de ser un Buddha. Y es que en el Budismo la naturaleza de un Buddha (Conocedor, Iluminado) reside en cada ‘’yo’’, es decir, cada criatura. Aquellos que descubren las Cuatro Verdades Nobles y siguen el Camino Óctuple alcanzan Nirvana, y en vida son Arhats (Liberados). Luego, al llegar la muerte del cuerpo el Arhat alcanza Parinirvana y llega a ser un Buddha, libre de todo sufrimiento y por ende mucho más que un Deva (Dios), pues los Dioses aún reencarnan, pero no un Buddha. En el Budismo Mahayana, algunos Seres Iluminados no entran en el estado de ‘’Buddhahood’’, sino que se dedican a liberar a otros, tomando el nombre de Boddhisattvas.


(El Bodhisattva Avalokiteshvara)

Por último, el Hinduismo presenta ciertos rasgos egoteístas, que sin embargo sintetiza con varías formas de teísmo. Ello es visible en tres de los cuatro Mahavakyas (grandes dichos) de los Upanishads: Aham Brahmasmi - Ayat Atma Brahma - Tat Tvam Así (Yo soy Brahman - el Alma es Brahman - Eso [Brahman] eres tú).


C. Matices en los diferentes Teísmos:


I. Dualismo: la palabra proviene del numero dos (duo en latín). Hay dos tipos de dualismo: ético/moral y ontológico. El dualismo ético/moral propone que la realidad está dividida en dos polos opuestos, incluso antagónicos; estos polos corresponden a antinomias como el bien y el mal, la luz y la oscuridad, la inmortalidad y la muerte. Consecuentemente, hay un Ser Divino que es el origen y el motor del bien, así como hay un contrincante completamente malvado. El Uno y el otro son enemigos irreconciliables. El Dios bueno hizo el mundo perfecto y puro, pero el contrincante introdujo las desgracias y la corrupción.

La religión dualista más grande y mejor conocida es el Zoroastrismo. Fundada por el Profeta Zarathustra, en el antiguo Irán. Está fe es casi tan antigua como, o contemporánea a, la religión védica. Sin embargo, es monoteísta -o al menos henoteísta para los más conservadores- en tanto que hay un solo Dios causante del bien y la luz: Ahura Mazda (el Señor de la Sabiduría). Él creo a los espíritus buenos: los Amesha Spenta, liderados por Spenta Mainyu (el Espíritu Sagrado). En oposición está el espíritu malvado: Angra Manyu o Ahriman. Todos los eventos del mundo son parte de la gran lucha entre el bien y el mal, la cuál se resolverá en una gran batalla final, en el Día Postrero. Claramente el bando vencedor será el de el bien.

(Farohar: símbolo del Zoroastrismo)


Si esta lucha escatológica de la religión Irania suena familiar al lector occidental, es porque la la tradición judío-cristiana fue fuertemente influenciada por el Zoroastrismo. Por ejemplo, la figura del Diablo/Satanás/Lucifer puede ser rastreada hasta el Ahriman iranio; pues este no existe en la literatura bíblica compuesta anteriormente al cautiverio en Babilonia, en dónde los Judíos entraron en contacto con los Persas -pueblo iranio y Zoroastrista.


Se duda si el Zoroastrismo es completamente monoteísta, pues el espíritu malvado no es creación de Ahura Mazda, sino que es un principio increado de la destrucción. Por ende, habría dos poderes en el cosmos en vez de uno. Una versión tardía y heterodoxa del Zoroastrismo resolvió este problema: el Zurvanismo. En este caso, el Dios Supremo sería Zurvan (el Tiempo), creador y padre de Ohrmazd (Ahura Mazda) y de Ahriman.


Otras religiones con dualismo ético incluyen al Maniqueísmo y al Gnosticismo. Este último es un término muy amplio que incluye varias escuelas y denominaciones -antiguas y medievales-, tales como Valentinianos, Mandeistas, Bogomilos, Cataros y Paulicianos. La conclusión puede variar entre los distintos movimientos, pero también podemos resumirla a la siguiente idea: la materia es malvada y el espíritu es bueno. El alma humana proviene de una dimensión espiritual pura, regida por un Dios puro, pero está atado a un mundo maligno e imperfecto, creado por un falso dios: el Demiurgo.

(Yaldabaoth: el Demiurgo Gnostico)


Con respecto al otro tipo de dualismo -el ontológico- podemos decir lo siguiente: Dios es trascendente, diferente de la creación y de sus criaturas. Este es el opuesto al egoteísmo y a los varios tipos de panteísmo. Para ilustrar está la escuela Tattvavada, conocida también como la Brahma-Madhva-sampradaya, fundada por el filosofo hindú Madhvacharya. Para los Tattvavadins, Vishnu es único en su categoría e inigualable, todo depende de Él y surgió de Él, pero nada nunca llega a ser uno con Él.


II. Monismo: derivado del griego ''monos'' (uno). El monismo consiste en la indivisibilidad de Dios, el mundo y las criaturas. Hay solo un Alma, la Universal, que se refleja en la variedad del universo. Dicha variedad es falsa y superimpuesta a la realidad. Ver diversidad es ignorancia, y claro está, ver unidad es el Conocimiento liberador. Contrario a lo que algunos creen el monismo no es ateo, y no necesariamente no-teísta. La escuela Advaitavada reconoce el aspecto impersonal de la Única Realidad -Brahman-, pero concede la existencia de la personal. No obstante, la interpretación es que la forma indiferenciada de los seres y Dios -la Nirguna- es superior a la diferenciada -o Saguna. Dios como creador y controlador es Ishvara, pero este es solo un papel aparente, pues cada ser es Dios directa y completamente; solo es Maya (la Ilusión) quien hace diferenciar entre el Uno y el Otro.


Como concepto no se acuña una idea de monismo ético/moral, pero se podría hacerlo si se quiere. Un Dios completamente Omnipotente no puede ser antagonizado; por consiguiente, Él está por encima de las causas-efectos del bien y el mal. Para más información leer: https://john23brodriguez.wixsite.com/website/post/reflexiones-sobre-el-problema-del-mal.


III. Síntesis Dual-no-Dual: si de todas las definiciones dadas en este escrito tuviera que ajustarme a solo una sería a esta. En efecto se trata de una sintesis entre monismo y dualismo: simultaneamente ambos conceptos son correctos. En el Hinduismo, el Vaishnavismo posee bastantes escuelas duales-no-duales, que ya en otros escritos he mencionado, siendo la principal la Vishistadvaitavada. Todas ellas son herederas de la escuela Bheda-Abheda - NO confundir con Acintyabhedabheda-, que precede en antigüedad al dualismo y monismo en el sistema vedantico. Todo parece indicar que esta era la conclusión original del Brahma-sutra y los Upanishads. El Bheda-Abheda puede conciliar todos los sistemas (-ismos) anteriormente expuestos, he aquí su excelencia. Con todo, no es mi objetivo explicar aquí un concepto tan sofisticado, ya que me tomaría mucho espacio.


Conclusión.


El concepto de Dios siempre será mayor al hombre; por ende, ninguna persona puede comprobar su plenitud, al menos no en forma humana, ni siquiera divina, pues solo en Dios se comprende a Dios. Toda forma temporal está incapacitada de conocer a Dios. Así pues, hemos confeccionado muchos sistemas de pensamiento en el intento de comprender la totalidad de las cosas: Dios, que a su vez es la suma de todas las partes y la particularidad de las mismas. Yo claramente me declaré un Bheda-abhedin unas cuantas líneas más arriba, pero no rechazo ninguna posición, con excepción del ateísmo, al que no condeno pero del que disiento.


Dios es Brahman, y Él es multifacético. Los Smartas de la India, por ejemplo, no estaban seguros de que rostro o nombre tiene Él, por lo que decidieron adorarlo en cinco formas: Vishnu, Surya, Ganesha, Devi y Shiva. Con respecto a Dios nadie realmente sabe, y el que sabe no puede decirlo: la cultura y el lenguaje contaminan lo que es puro, empero no puede haber humano sin ninguno de los dos. Áquel a Quien los sabios llaman con muchos nombres es aproximable por todos los caminos. Él está Omnipresente en el intelecto, la razón y el argumento. Sin la mente los sentidos son inertes, en la mente percibimos el mundo, y la mente es concebida por y en Dios, ella es el don que Él nos dio. Pueda todo hombre buscar la Verdad con este regalo.

(Para-Brahman: Brahma, Vishnu, Shiva)


Notas y Bibliografía.


(1) Etimologías de chile. Entrada Dios. Recuperado el 12 de Noviembre de 2023 de https://etimologias.dechile.net/?Dios#:~:text=La%20palabra%20Dios%20proviene%20del,y%20significa%20sol%20o%20brillante.


(2) Reis, J. (2012). El Origen de las Religiones. Madrid: Editorial LIBSA.


(3 y 4) Couliano, I y Eliade, M. (1991). Diccionario de las Religiones. Ciudad de Mexico: Ediciones Culturales Paidos.

(5) Pandit Sri Rama Ramanuja Achari. Shukta Sangraha.

 
 
 

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