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Reflexiones sobre Brahman.

  • Foto del escritor: Narayana Putra
    Narayana Putra
  • 6 abr 2023
  • 33 Min. de lectura



‘’El rostro de la Verdad está cubierto por un disco dorado. Remuévelo, oh Pushan, para que yo, que amo la verdad, pueda verla.’’


Isha Upanishad 15.



1.La importancia de reflexionar en Brahman.


El movimiento separa al móvil del inmóvil. De acuerdo a Ramanujacharya, gran maestro Vaishnava del siglo XI, el Brahman como Shrishti -la manifestación- se divide en Cit (con conciencia) y Acit (sin conciencia). Cit comprende toda entidad viviente. Acit consiste en la materia inanimada. Cit es superior a Acit. La entidad viviente (Jiva) siempre es capaz de movimiento. Contrario a la creencia popular, incluso hongos y plantas son capaces de movimiento, si bien lo logren únicamente por medio del crecimiento. Entre los diferentes reinos y clasificaciones de los seres vivos, se considera que existen grados de conciencia. En la base se encuentran los organismos más simples, unicelulares. En la cima se encuentran los mamíferos, los cuales expresan los rasgos más avanzados de inteligencia.


La inteligencia parece ser la característica distintiva entre los animales y demás reinos de la vida (vegetal, fungi, monera y protista). La sensibilidad/inteligencia del animal se explica por su compleja capacidad sensorial. De todas las formas de vida solo el animal ve y oye, aunque toda forma de vida sea capaz de sentir en mayor o menor grado. Pero el animal posee mayor capacidad de reacción. Para actuar y reaccionar rapidamente se requiere de inteligencia: la capacidad de discernir. El animal discierne entre comida y no comida, peligro y falta de hostilidad. Por ende, lo inteligente se separa de lo no inteligente.


Y así como hay grados sensoriales, hay grados de inteligencia. La mayoría de animales posee una discriminación instintiva. Solo mamíferos como el elefante, el chimpancé y el delfín dan atisbos de inteligencia sofisticada. Por supuesto, es en el ser humano que la inteligencia refinada se manifiesta como cultura. La cultura crea un nuevo ámbito, más allá de lo natural. Empero, lo natural no desaparece, sino que se regula en arbitrariedad. Se dice arbitrario puesto que responde a la mente humana y no a valores objetivos. De ese modo, lo regulado se separa de lo instintivo.


La cultura permite al ser humano vivir en organización social compleja. La organización compleja facilita la organización del trabajo. La organización de la labor posibilita, a su vez, el excedente de alimentos, y este último, el surgimiento del especialista. Los especialistas son de dos tipos: materialmente funcionales y simbólicamente funcionales. No obstante, no debe pensarse que esto solo aplique a sociedades urbanas o estatales, aunque este sea el caso del especialista materialmente funcional. El especialista simbólico, en cambio, existe en todo tipo de sociedad. El simbolismo lleva a la ideología.


La ideología justifica toda regulación: sociedad/cultura. La ideología puede desarrollarse de muchas maneras: la religión es una de ellas. La religión es la institucionalización del pensamiento espiritual. Aquí debemos retroceder un poco. El pensamiento espiritual es reflexión, la cual es endémica al ser humano. Ningún otro animal reflexiona, solo nosotros cuestionamos la existencia propia y la del mundo. La religión es la corporificación de la reflexión en un canon soportado por fe/creencia. La filosofía es la sistematización de un discurso sustentado en la razón. En occidente la diferencia es clara. En otras culturas el limite es difuso.


La reflexión es, entonces, sometida al precepto del imaginario colectivo, y así se perpetua. Pero la reflexión también puede librarse de la colectividad, o sea, del especialista, de lo simbólico, de la ideología y de la institución. Reflexionar puede volverse un acto completamente privado. Así como el universo se expande y se contrae, la espiritualidad proviene de la convención pero se perfecciona en la particularidad. En fin, todo este discurso tiene un objetivo de definición: la cúspide de la existencia yace en la introspección. El ser humano nace viendo al mundo de afuera; el mundo de afuera condiciona su pensamiento, y donde está el pensamiento yace la acción. Donde está la acción yace el deseo, y donde está el deseo esta el porqué del humano.


Buscar el porqué es buscar el gozo, la felicidad, la satisfacción y la realización. Pero al buscar afuera se encuentra con la diferencia: no sé es el objeto del deseo. No ser el objeto del deseo quiere decir que ello escapa a nuestra voluntad, o fluctúa entre la obtención y la separación. El fruto de esta situación es el sufrimiento. Sin embargo, todo ser es adverso al sufrimiento. Es aquí, donde nace un deseo un tanto diferente: saber por qué todo esto ocurre: movimiento, inteligencia, conciencia, cultura, deseo, objeto y diferencia. En ultimas se cuestiona Shrishti -la existencia misma. Habiendo conocido todo lo externo sin encontrar solución, esta búsqueda solo puede saciarse en lo interno.


Por tanto, como da entender el Brahma-sutra 1.1.1, llega la hora de conocer lo interno y lo eterno. Realmente conocer el interno revela todo conocimiento de lo externo. Existe una ínter-conexión entre todas las cosas: conocer una sola cosa realmente, significa conocer todo a plenitud. La red que conecta la totalidad de existencias, la particularidad de cada una de ellas y su sustancia se conoce como Brahman. El ser humano es verdaderamente inteligente porque puede conocer, y su destino es conocer el Brahman. Esto no significa un conocimiento de tipo académico, si bien lo comprende, pero también lo trasciende. Como humanos comemos, nos reproducimos, bebemos y hacemos todo cuanto requiera el mantenimiento del cuerpo. Sin embargo, estos son tan solo medios; la mayoría ignora el propósito, pero lo buscan en infinidad de formas.


El propósito es Brahman. Todo buen sentimiento es un vislumbre de su luz. Todo mal sentimiento es la ignorancia de su existencia. ¿Cómo siendo lo único existente, ignoramos su existencia? Lo conspicuo es tan real que pasa desapercibido. Así como un pez en lo profundo del océano, que al solo conocer el océano, ignora la existencia del mismo, a falta de un objeto de contraste y delimitación. Pero si algo existe, si el yo existe, si la palabra y el pensamiento existen, incluso si la ilusión existe, es porque todos ellos se basan en lo verdaderamente existente. La existencia de todas las cosas es la existencia del Brahman, y aún así Él existe más allá. Todo testifica de Brahman. El Brahman testifica de Brahman. Lo existente es tan solo eso: lo existente.


Por lo tanto, si somos capaces de acciones desde el movimiento hasta la introspección, es tan solo porque a mayor conciencia somos más capaces de concebir Brahman. ¿Y quien sabe si formas de vida más avanzadas sean incluso más conscientes de él? De momento no conocemos a ninguna, pero existen en potencia. Lo cierto es que como individuos estamos incompletos, y todos buscan la unión con algo o alguien. Pero no puede haber real unión si un principio único e indivisible. Entonces, si hay alguien que busque la paz, el amor y la felicidad, debe sin duda buscar Brahman. Toda otra búsqueda es incompleta, pues el Brahman es la fundación y constituyente de todas las cosas. Conocer Brahman implica al mismo tiempo el cumplimiento de todos los deseos y el abandono a todos los deseos:


‘’Él, habiendo realizado la unidad con la Consciencia Pura, se elevó lejos de este mundo y habiendo obtenido todos los deseos en el lejano mundo celestial, se volvió inmortal, sí, se volvió inmortal.’’


Aitareya Upanishad 3.4


Cabe aclarar que el lejano mundo celestial del verso no se refiere al cielo de los Dioses (Svarga), alcanzable con el Karma, sino a un lugar mucho más remoto, inalcanzable por la acción. Ese es el mundo de Brahman. Allí, al haber alcanzado la dicha suprema, no hay más deseo, pues disfrutando de éxtasis supremo, inherente a la existencia, qué más se podría desear. Todo deseo humano empalidece a la felicidad del Brahman. Además, toda entidad viviente es contraria a la muerte, si bien todo cuerpo a ella este condenando; de tal modo, al conocer Brahman se logra la inmortalidad. Se es inmortal incluso estando en el cuerpo mortal, porque el Atman (el Ser) es uno con Brahman, por ello es eterno. Siempre se es inmortal, no hay nadie en el mundo que muera, y nadie desaparece en ningún lugar, el Atman permanece sin importar cuantas veces cambie de cuerpo. Quien esto conoce ya ha vencido la muerte en vida.


Para obtener todo deseo y re-descubrir la inmortalidad, el Vedanta propone el siguiente camino:


‘’Conocimiento e ignorancia, aquel que conoce los dos juntos cruza la muerte a través de la ignorancia y alcanza vida eterna a través del conocimiento.’’


Isha Upanishad 11.


Se dice que se cruza la muerte por medio de la ignorancia al reconocer que el Ahamkara (el Yo construido) es temporal. Ello implica desconocer todo lo aprendido en vida: identidad de género, personalidad, preferencia, discriminación, cultura, lenguaje, y demás. Todos estos disfraces ya han cumplido su proposito, y es hora de retirarlos al salir de escena. Ignorar lo temporal, y por ende ilusorio, es cruzar la muerte, porque es el Ahamkara quien muere, el Atman nunca es tocado por la muerte. Al no tener una identidad construida/condicionada uno se libera del río de la muerte. Pero librarse de lo ilusorio es la mitad del camino. Brahman no es idéntico a la muerte. La muerte solo existe como Maya, o sea es un concepto ilusorio. Brahman está lleno de vida, y no es cesación sino continuidad. En Brahman hay vida eterna, otorgada por el conocimiento del Atman. En resumen, hay que desconocerse a sí mismo, para conocerse en realidad.

La búsqueda de las cualidades originales del Ser, idénticas a Brahman, están expresadas en el Pavamana mantra, o mantra de la purificación, el cual describe el camino que lleva de la ignorancia al conocimiento:


‘’De lo irreal llévame a lo real, de la oscuridad llévame a luz, de la muerte llévame a la inmortalidad’’


Brihadaranyaka Upanishad 1.3.27


Dice el mismo verso -más adelante- que lo irreal es la muerte y lo real la inmortalidad, lo oscuro la muerte y la luz la inmortalidad, y solo la tercera frase no tiene significado oculto -es literal. O sea se repite tres veces: de la muerte llévame a la inmortalidad. Así como Brahman es la causa y la sustancia de cada criatura, el destino de todas ellas es la inmortalidad, entendiendo la muerte también como dolor y la inmortalidad como la bienaventuranza. Por esta razón, todo ser que cuenta con la bendición de ser humano debe reflexionar sobre Brahman, pues los Dioses están embriagados en el placer, y los animales en el sufrimiento de la supervivencia; nosotros sin embargo experimentamos una mistura de ambos, sin que el uno o el otro nos nuble el conocimiento.



2.Los caminos de Brahman.


Se dice que cien son los caminos que llevan a Brahman -no necesariamente son 100, sino que este número (junto al 10 y al 1000) son utilizados en la tradición védica para implicar grandes cantidades. Yo personalmente practico el Vedanta, que significa ‘’la finalidad del conocimiento’’ (Veda: conocimiento - anta: finalidad). El Vedanta en sí es diverso, y presenta un caleidoscopio de posiciones, todas ellas ciertas a su modo. Un extremo de la tonalidad lo representa la posición Advaita (No-dual), en ella la identificación del Atman con el Brahman es absoluta, pero el mundo es ilusorio en tanto que solo es una proyección mental. Esta posición no es atea, pero no tampoco es precisamente teísta. Para los Advaitins el Atman se funde completamente en el Brahman, y este último es totalmente impersonal.


Existen otras posiciones no-duales que si son teístas, como el Shivaísmo no-dual. De acuerdo a esta posición, la Jiva es una e indiferenciada con Shiva. Shiva es Brahman. Con todo, esta escuela es también tantrika. Otra posición es el Shaktadavita o la energía (Shakti) no-dual. La Shakti es el aspecto femenino y dinámico de Brahman; el aspecto masculino-pasivo es el Purusha. Con todo, ambos aspectos son indivisibles, pues el Brahman no es netamente femenino-dinámico, ni masculino-pasivo. Brahman no tiene sexo, porque en sí mismo comprende los opuestos. La Shakti no es separada de Brahman, la Shakti es Brahman. Durga es Brahman. Esto es porque no hay dos Brahman sino solamente uno; quien piense que la energía esta separada del Brahman cae en gran error. Tampoco ha de pensarse que la energía sea en cualquier medida menor que el energético (Purusha), así como los dos lados de una moneda no son sino la misma moneda. Así pues, no hay Krishna sin Radha, Rama sin Sita, Narayana sin Lakshmi, Shiva sin Parvati, Brahma sin Sarasvati, ni Indra sin Indrani. El Brahman no-dual comprende todas las dualidades.


El otro extremo es la dualidad: Brahman y Jiva-atman son separados. Para la escuela Dvaita (dual), Vishnu está en una categoría totalmente superior a toda la creación y todo lo creado. Vishnu es Brahman. Toda entidad viviente es dependiente de Vishnu, y solo Él es independiente. Nada puede igualar su cualidad como Ishvara (El controlador), Él es completamente trascendental. Al ser Vishnu y la Jiva diferentes, existen tres categorías de seres: los elegibles para la liberación, los nitya-samsarins (aquellos que siempre reencarnan), y los condenados a la perdición. Existe la posibilidad que esta conclusión haya sido influenciada por la presencia de religiones abrahámicas en el Subcontinente. Por otro lado, el Shaivasiddhanta (la conclusión shivaíta) también es dual, pero más moderado: el Atman puede llegar a ser como Shiva, pero nunca será Shiva.


Las corrientes intermedias son varias y de distintos matices, aunque muy semejantes entre sí. La escuela Vishsihtadvaita (no-dualidad calificada) da primacía a la no-dualidad entre Brahman - Jiva-atman, pero reconoce la existencia de la cualidad-calificación para la interacción amorosa entre el Param-Brahman/Paramatman (Vishnu) con el Jiva-Atman. En esencia son completamente uno solo, pero se adopta la calificación como una distinción tan solo nominal: El Señor y el devoto.


Entre tanto, la escuela Dvaitadvaita reconoce una relación de dualidad-no-dualidad no excluyente entre Brahman - Jiva-atman. En este caso el Señor es Krishna. Krishna es Brahman. La posición Shuddhadvaita (no-dualidad pura) concibe que no solo Brahman-Atman son completamente uno, sino que Brahman también es completamente uno con Shrishti (la creación). Como ya dijimos Brahman es solamente uno, el único existente, y la manifestación material no puede ser algo separado de sí mismo. Este mundo es Brahman. La ilusión es simplemente no darse cuenta de ello, o creer que se está separado de Krishna. Todas las posiciones Vaishnavas consideran al mundo como real.


La última posición Krishnaíta es el Acintyabhedabheda o la incocebible diferencia-no-diferencia simultanea. Aquí Brahman - Jiva-atman son en esencia uno, o cualitativamente idénticos, pero cuantitativamente dispares. Así la Jiva puede llegar a ser casi como Krishna, pero será solo una porción de las cualidades de Krishna; nunca será Él en plenitud. Es en este punto semejante al Shaivasiddhanta, aunque da mayor importancia a la diferencia sobre la no-diferencia. Hay aún más otra escuela, que conozco poco, llamada Akshar-purushottam-darshan. Esta última diferencia entre un aspecto menor del Brahman (el Akshar o el Imperecedero) y uno mayor (el Purushottam o la Persona Suprema). Esta idea de grados en Brahman puede sonar extraña pero hay sustento escritural:


‘’Más allá del Grande está el Oculto, más allá del Oculto está la Persona. Más allá de la Persona no hay nada: esta es la meta del Camino Supremo.’’


Katha Upanishad 1.3.11


De hecho todas las escuelas tienen sustento escritural. Las escrituras comunes en el Vedanta son el Prasthanatrayi (las tres evidencias): los Upanishad como Shruti-prasthana, el Brahma-sutra como Yukti-prasthana y el Bhagavad Gita como Smriti-prasthana. La diferencia de interpretaciones yace en que los Upanishads tienden a ser muy crípticos y ambiguos -como todo buen libro esotérico-, el Brahma-sutra es casi ininteligible sin exégesis, y el Bhagavad Gita, aunque es más claro, tampoco está libre de ambigüedades. A esto hay que sumar que todas las escuelas incluyen fuentes especificas a cada una, como agama-tantras para el Shaktismo-Shaivismo y pañcharatras para el Vaishnavismo. Por ende, la tradición y linaje determinan en gran medida el camino que persigue el buscador de Brahman. Pocos hay que se aventuran en más de uno. Al fin, al conocer Brahman el camino deja de ser importante. En Brahman ya no hay opinión, en Brahman solo hay certeza.



3.La diferencia y no-diferencia.


Hay una posición más, una no tan fija, más corriente que escuela: el Bheda-abheda o la diferencia-no-diferencia (no confundir con con Acintyabhedabheda). En esta corriente todos tienen su posición particular, si bien unidas en un marco común. Algunas de las escuelas ya mencionadas nacieron del Bheda-abheda. Esta es la posición intermedia entre dualismo y no-dualismo: Brahman es en cierto punto diferente del Jiva-atman, pero en cierto punto no son diferentes. No son diferentes en tanto que el Jiva-atman es en esencia Brahman, pero es dependiente de Brahman. Son diferentes en cuanto que Brahman en sí mismo es independiente. Atman proviene de Brahman. Atman es Brahman. Atman es originalmente Uno, Solo, Único:


‘’En el principio estaba este Atman únicamente, Uno y sin un segundo. No había nada más que parpadeara. Él (Atman) deseo en Sí Mismo: Crearé ahora los mundos.’’


Aitareya Upanishad 1.1.1


El Brahman-Atman corresponde al Alma original, increada y siempre existente. Sin embargo, Atman siendo Uno quiso ser muchos. Estos muchos no son sino Atman: los mundos y las criaturas. Los mundos se refiere a todos los planos de existencia tales como Bhuh, Bhuvah y Svar; también Svar, Martya y Patala; e incluso lo que está más allá de ellos tal como el Paravyoma, o Brahma-jyotir. Las criaturas se refieren a las Jiva o entidades vivientes. Todo lo que vive, vivió y vivirá no es sino el Gran Atman.


‘’Entonces Él supo: Yo soy en Verdad esta Creación, pues Yo creé todo esto. De este modo, Él se convirtió en la creación; en verdad quien conoce esto, vive en su propia creación.’’

Brihadaranyaka Upanishad 1.4.5


La famosa metáfora del fuego es aquí pertinente: toda chispa que surge de un fuego, no es nada más sino aquel fuego; no están separados. El Atman es el fuego y la Jiva la chispa. De esta manera no existe diferencia entre Brahman y todas sus creaciones. Él no solo las permea, Él es directamente ellas. Al divirse Brahman en muchos, no se debe pensar en división por disminución, sino en multiplicación; con todo, no es que al ser dos o más haya más que el Uno; Aquel Uno ni aumenta ni disminuye. O sea, el Uno no merma, es completo, y sus expansiones son igualmente completas. Sus expansiones tampoco lo complementan, incluso sin ellas Él ya era completo, siempre expansivo, independiente de sus expansiones. La siguiente invocación Vedántica así lo confirma:


‘’Aquello es completo, Esto es completo, de Lo completo surge Lo completo. Al retirar Lo completo de Lo compelto, tan solo Lo completo permanece.’’


Invocación del Isha Upanishad.


De el Atman surge el Atman, ambos son completos y supremos. Sin embargo, hubo Uno que fue primero, el Cual comparte su plenitud con el segundo. Sin Atman no hay Atman, o sin el Primero no hay Segundo; a pesar de que ambos son increados, pero solo porque el primero es increado y comparte su naturaleza con el segundo. Por esto se dice que el Brahman-Atman es uno sin un segundo, porque el segundo, tercero y ad infinitum no son separados del primero. Pero existe esta cuestión de la dependencia, de tal modo aunque idénticos, Brahman-Atman y Jiva-atman poseen una pequeñísima diferencia: Aquél que es el Primero siempre será superior, aunque su expansión sea a Él en todo idéntica. Así como una gota del océano es en todo igual al océano, una gota jamás será todo el Océano.


Existe además un segundo punto de diferencia simultanea a la no-diferencia. Entre Brahman y Jiva puede surgir un vinculo-relación, así como completa disolución del segundo en el Primero. Aquí nos importa es el vinculo-relación, que en este mundo hemos dado el nombre de Bhakti: la devoción. Estas relaciones pueden ser de neutralidad, vasallaje, amistad, parentesco y romance. Si bien se basan en emociones presentes en este mundo material y concebibles por el ser humano, su vinculo es inconsebible, y trasciende la mortalidad-corporeidad. En Bhakti no hay deseo ni objeto de deseo, en cambio hay un Amor del Mismo por el Sí Mismo. Para que esto ocurra el Brahman-Atman adopta diferencias nominales a fin de favorecer la interacción amorosa, de tal modo Brahman es el Amado y Jiva el que ama. En esencia no hay sino Uno, pero por Bhakti se potencia la unión y hay un Uno uniéndose al Uno. La existencia de Brahman, que es como yo me refiero al estado liberado, puede conservar estas relaciones y diferencias nominales. Después de todo las formas de comunión son infinitas.

Siendo sincero, esta es la premisa base de las escuelas Vishishtadvaita, Dvaitadvaita, Shuddhadvaita y Acintyabhedabheda, las diferencias son tan solo de forma, es decir, de como se estructuran como sistema filosófico. Esto es lo que respecta al Bheda-abheda. No obstante, aún me queda algo por cubrir antes de pasar a la siguiente reflexión, aunque sea tan solo un paréntesis. Esta es la afirmación bheda-abhedika absoluta. Ella se refiere a una máxima filosófica, en la que a todo postulado puede aplicarse una relación de diferencia-no-diferencia. La afirmación se basa en que conocer realmente algo solo se es posible siendo aquel algo. Si existe diferencia entre el conocido y el conocedor, el conocimiento producido es diferente del objeto del conocimiento; sin embargo, al estar basado en el conocido, no es completamente diferente del mismo. Así pues, habrían diferentes grados de diferencia y de no-diferencia en un postulado pero nunca una decantación total hacia un extremo.


De tal manera la Verdad puede ser destilada de toda fuente, siempre presente en cantidades variables. Conocer la Verdad en totalidad, sin embargo, es imposible siempre y cuando exista una diferencia. Solo al conseguir la total indiferenciación entre el conocido y el conocedor se produce la Verdad; pero se acepta una diferencia mínima y nominal a fin de interactuar con la Verdad. Por así decirlo, es una aplicación epistemológica del concepto Vedántico entre Brahman-Jiva, puesto que si algo se relaciona al Absoluto, debe por necesidad compartir su atributo de Absoluto. Pero qué exactamente se debe entender como absoluto:



4.Sobre Brahman.


El concepto de Brahman nunca se puede definir ni delimitar, pues ambas palabras incluyen un fin y un limite. Como palabra, sin embargo, se puede decir que proviene de la raíz Briha- (expandir). De tal modo, el Brahman no se define, porque siempre está expandiéndose. Siempre es más, no disminuye; con todo, no hay nada nuevo en Él, ni tampoco nada viejo. El pronombre Él es un tanto imperfecto para aplicar a Brahman. Ello es más preciso, porque Brahman es neutro. Como ya dije antes, Brahman comprende el masculino y el femenino, Ello es el perfecto balance entre cualquier dualidad, porque Ello es no-dual. El Brahman es Uno, Único, Ello es todo lo que existe, no hay nada más allá de Ello, pero Ello si está más allá de todo: Es inmanente y trascendente.


‘’El Ser Supremo tiene mil cabezas, mil ojos, y mil pies. Inmanente en todo el cosmos en cada parte, Él llena un espacio de diez dedos más allá.’’


Rig Veda 10.90.1


El número mil es el número del infinito. El cuerpo/s del Señor está presente en toda la creación, por ello es Inmanente. No hay lugar donde no esté este Supremo Brahman. El número diez es el número de la gran cantidad, no es que Brahman esté literalmente diez pulgadas más allá de la creación, en realidad el Veda quiere decir que está por mucho más allá de absolutamente todo, Inalcanzable y Trascendente. No hay nadie igual a Brahman, Ello es el Principio inefable, trascendental a cualquier palabra/pensamiento.


Por esta razón Brahman es el Principio apofático: no puede decirse, el habla es insuficiente. Las definiciones se basan en descripción de las cualidades, pero Brahman contiene todas las cualidades; por tanto ¿Cómo podría describirse con cualidades? Un fenómeno posee cualidades especificas, diferenciales, pero en Brahman no puede diferenciarse ninguna cualidad; así pues, no es un fenómeno. Y aunque Brahman contiene todas las cualidades, Ello está más allá de toda cualidad fenoménica. ¿Y quién conoce algo sin sus cualidades? Aún más, la cualidad de Brahman es ininteligible ¿Quién podrá conocer lo ininteligible? De tal manera, Brahman puede aproximarse, imperfectamente, por lo que no es:


‘’(...) luego sigue la enseñanza por medio de ‘’Neti-Neti’’, pues no hay nada más elevado que esto. Si uno dice: Esto es ilusión, esto no es verdad. Acaba alcanzando la Verdad de las Verdades.’’


Brihadaranyaka Upanishad 2.3.6.


Neti-Neti significa ‘’Ni esto, Ni aquello’’. Brahman no es esto, Brahman no es aquello. Brahman no es nada en especifico, porque es literalmente todas las cosas; pero no es unicamente todo, es muchísimo más que eso. Por ende, no puede decirse que algo definible sea Brahman. No hay nada que conozca el ser humano que sea la totalidad de Brahman. Solo Atman conoce Brahman. El Ser se conoce por el Ser, Brahman se conoce por Brahman. Ello es lo más lejano entre lo lejano, y lo próximo entre lo más próximo. Esta Verdad es revelada en los 4 Maha-vakyas (los Grandes Dichos):


1.‘’Prajñanam Brahma’’ (Brahman es Conciencia).


Aitareya Upanishad 3.3.


Prajñana se traduce rústicamente como conciencia, pero no debe entenderse como la conciencia limitada de los seres conscientes: Manas (mente). Prajñana indica una Real Conciencia, el conocimiento perfecto: la omnisciencia. Al ser Brahman la Real Conciencia, es consciente de Sí mismo y de todo lo que en Él se contiene. Brahman se conoce perfectamente a Sí mismo. La conciencia es la evidencia de la existencia; al ser Ello consciente es entonces el Realmente Existente. Ello es Buddhi pura, el Inteligente. La Conciencia pura no es semejante al estado del sueño profundo ni de la muerte, de ello hablaré más adelante. La Conciencia pura es no-fenoménica, cierto, pero no es la ausencia total de conciencia. En su lugar es la ausencia de conciencia temporal-condicionada, Ello es la Conciencia de lo Realmente Existente. La cognición de Brahman es Kala-atita: más allá del tiempo. Todo ser capaz de reconocerse es como una chispa que augura la Luz del Brahman.


2.‘’Ayat Atma Brahman’’ (Este Atman es Brahman)


Mandukya Upanishad 1.2


Atma -o Atman- es un pronombre, muy semejante al Autos (Αυτος) del griego. Atma indica la capacidad de saber que hay un Yo, un Ser. Atma indica reflexión. Por consiguiente, Atman es el Ser. El término latino Anima es cognado de Atma y Autos, de él proviene el español Alma. Es decir, tener Alma indica tener conciencia de una u otra manera. Toda vida posee distintos grados de conciencia-reflexión en si misma. Por más minima que sea, ahí está: el Atman, el Ser. Este Ser es Brahman. Brahman-Atman son indivisibles: Uno, Único. El siguiente dicho lo confirma:


3.‘’Tat tvam asi’’ (Ello eres Tú).


Chandogya Upanishad 6.8.7


Este Tú es universal: el Chandogya Upanishad habla directamente a todo ser. Esa Conciencia pura del Realmente Existente eres Tú. Tú eres Brahman. Tú eres el Atman. Tú eres Brahman-Atman. De tal manera el Brahman se revela por Brahman, y se conoce la Verdad de las Verdades:


4.‘’Aham Brahmasmi’’ (Yo soy Brahman).


Brihadaranyaka Upanishad 1.4.10

Yo soy Brahman. Yo soy Brahman. Yo soy Brahman. ¿Qué más puede decirse? Como ya dije la cima de la conciencia es la introspección, el resultado de la introspección es la Verdad. La Verdad es Brahman. Brahman comparte su plenitud como la Gran Verdad con cada Ser. No hay nadie que no sea Brahman. Para conocer Brahman hay que conocerse a sí mismo, solo conociendo esto se gana la omnisciencia.


¿Empero, si Yo soy Brahman, que pasa con la diferencia-no-diferencia? Como ya expliqué, la diferencia es tan solo nominal, así como el papel de un actor es nominal. No solo por asumir un nombre y un disfraz el actor deja de ser quien realmente es. El nombre del personaje solo existe por el bien de la obra, y la obra existe por el placer del publico, de los actores, del director y del escritor. Brahman es directamente todos ellos, pero no se identifica plenamente con ninguno. Brahman nunca pierde su Real Conciencia. Un actor que conoce que una escena en la que su personaje corre peligro es ficticia nunca teme, pero si ignora su esencia y se convence del papel, en él surge el temor. Toda la diferencia es un papel y una obra de teatro. Este es el Lila del Señor. Cuando todas las partes conocen su rol en la Gran Obra, todos experimentan el Supremo Placer.


La diferencia está supeditada a la no-diferencia. Los Upanishads son la joya del Veda, su Luz brilla más allá que cualquier Luz de este mundo, y ellos son claros al respecto: Tú eres Brahman. Yo soy Brahman. Aquel que está presente en todo y allende es Uno, Único. Él es todos los Seres. Él es Vishnu, Él es Krishna, Él es Rama, Él es Shiva, Él es Brahma, Él es Ganapati, Él es Vayu, Él es Matarishvan, Él es Indra, Él es Tú. Ella es Shakti, Ella es Lakshmi, Ella es Kali, Ella es Parvati, Ella es Durga, Ella es Sarasvati, Ella es Sita, Ella es Sati, Ella es Radha, Ella es Tú. Él es el Guru, Él es el discípulo, Él es el Manu, Él es el hombre, Ella es la mujer, Él es el Brahmana, Él es el Kshatriya, Él es el Vashya, Él es el Shudra, Él es el Chandala, Él es el Mleccha, Él es Tú. Él es el Yogi, Él es el Bhakta, Él es el Jñani, Él es el Karmi, Él es el Muni, Él es Tú. Él es el Deva, Él es el Asura, Él es el Martya, Él es el Pitri, Él es el Gandharva, Él es el Kinnara, Él es el Vidyadhara, Él es el Siddha, Él es el Naga, Él es el Yaksha, Él es el Rakshasa, Él es el Gana, Él es el Bhuta, Él es Tú. Él es el mamífero, Él es el ave, Él es el reptil, Él es el anfibio, Él es el pez, Él es el invertebrado, Él es la planta, Él es el hongo, Él es la bacteria, Él es Tú. Todas estas diferencias son nominales.


El nombre-diferencia sirve para amar. El Brahman ama perfectamente. Él ama como un amante, como un pariente, como un amigo, como un maestro y como un siervo. Él ama como se ama al aire, al pasto, al agua, al todo. La diferencia es la forma del amor y la no-diferencia es la esencia del amor.


El Brahman está más allá del algo, pero no por ello es la nada. Puede parecer la nada para el que carece de comprensión, sin embargo, Brahman es completamente real tanto en la diferencia, como en la no-diferencia. Esta es la real no-dualidad. La escuela Advaita llega al punto, pero lo interpreta erróneamente. Esto se debe a sus influencias históricas, en lo que respecta a la competencia entre religiones en el Subcontinente, especialmente con el Budismo. Aunque no soy adverso al Budismo, su énfasis en el vacío y la aniquilación (nirvana) no debe confundirse con el Nirvana que menciona Krishna en el Bhagavad Gita 6.15. La aniquilación budista es como un medio: la liberación del sufrimiento por medio de la disolución de la causa del sufrimiento (el cuerpo mortal y el deseo). El Nirvana hinduista es el Param-Gatim (la Morada Suprema) a la que se llega después de liberarse del sufrimiento, o sea es la meta, no el medio. Por ello cité al Isha Upanishad en cuanto a la relación de la ignorancia-conocimiento, muerte/aniquilación - vida eterna.


Se dice de Brahman que puede ser Saguna (con cualidad) y Nirguna (sin cualidad). Baladeva Vidyabhushana menciona en su Govinda Bhashya (del Brahma-sutra) que no hay dos Brahman, por lo que el Saguna y Nirguna no son diferentes. De acuerdo a él, Brahman es Nirguna en tanto que no posee ninguna cualidad material, y es Saguna en tanto que posee cualidades trascendentales. Esto es completamente cierto, pero me gustaría agregar algunas precisiones. La materia con sus cualidades no afecta al Brahman, pero están contenidas en Brahman, de hecho la materia es una transformación real del Brahman (Parinamavada). La materia no es del todo diferente del Brahman, es diferente nominalmente y no-diferente en esencia. El problema está en dar más importancia al nombre que a la esencia. Cuando se conoce la esencia se libera del nombre, sin renunciar a cumplir el papel del nombre.


Igualmente, así como un personaje de una obra de teatro es inferior en profundidad a una persona/identidad real, Brahman debe poseer cualidades que no se manifiestan en la materia. Por ello, posee cualidades trascendentales. No obstante, estas se deben afirmar apofáticamente porque no existe referente conocido en este mundo cognoscible. Por lo tanto, nunca debe pensarse al Brahman como vacío, debe pensarse como no-fenoménico en tanto que sus cualidades ni surgen ni se desvanecen (como en el fenomeno); al contrario, el Brahman es pleno, lleno, eterno y siempre vivo.


Se afirma que entre el Atman hay un Paramatman (Alma Suprema) y un Jiva-atman (Alma viviente). Ambos son Brahman. Si bien, el Paramatman corresponde a la Voluntad Única del Brahman, Aquel que entre lo no-nacido y lo siempre existente fue Primero. Él Atman también es puro, no-nacido, siempre existente e inmaculado, pero en la obra divina ocupa su respectivo papel. El escritor y director de la obra es el Paramatman, en Él está el Jiva-atman. De los Seres Él es el Ser. Brahman, Atman y Paramatman son indistinguibles, pero es el Paramatman la guía de todos los Seres. Algunos versos apoyan la no-diferencia, pero otros indican la existencia de una leve diferencia:


‘’ Yo, en Mi forma no manifestada, Me encuentro omnipresente en todo este universo. Todos los seres están en Mí, pero Yo no estoy en ellos. Y, sin embargo, todo lo creado no descansa en Mí. ¡He ahí mi opulencia mística! Aunque Yo soy el que mantiene a todas las entidades vivientes y aunque estoy en todas partes, Yo no soy parte de esta manifestación cósmica, pues Mi Ser es la fuente en sí de la creación.’’


Bhagavad Gita 9.4-5


El siguiente verso da luz a esta inconcebible relación entre el Jiva-atman y el Paramatman:


‘’Dos pájaros , inseparables amigos, se posan en el mismo árbol. Uno de ellos come el fruto dulce, mientras el lo otro mira sin tomar bocado.’’


Mundaka Upanishad 3.1.1


El Jiva-atman es la parte del Brahman-Atman que participa de la materia (el fruto dulce), el Paramatman es la parte que permanece ajena a la contaminación material. El primero es activo, el segundo no actúa. Pero son inseparables amigos, pues son en esencia Uno, Único. Participar del fruto material trae como consecuencia la ignorancia de la Identidad como Brahman, pero el Paramatman continua presente, oculto en la ‘’cueva del corazón’’. Ver de nuevo al Señor como Paramatman restaura la condición original del Jiva-atman, y ambos vuelven a ser un único Brahman, si bien el Señor siempre será el Señor, pues Él nunca es tocado por la ilusión:


‘’En el mismo árbol está sentado el hombre, sufriendo, confuso en su propia impotencia. Pero cuando ve al Señor y conoce su gloria, su corazón se llena de alegría y el sufrimiento desaparece. Cuando el vidente ve al brillante Hacedor y Señor de este mundo y le reconoce como la Persona que tiene su fuente en Brahman, entonces aquél es el sabio, pues ha descorrido el velo de lo bueno y lo malo, alcanzando la unidad suprema; está libre de pasiones, pues en él vibra el aliento que surge de todos los seres . Quien esto comprende, se convierte en un verdadero sabio y deja de ser un charlatán.’’


Mundaka Upanishad 3.1.2-3


Lo único que se puede decir a ciencia cierta es que Brahman es Sac-Cid-Ananda o Eterno-Omnisciente-Alegre. Sat indica que en él nunca hay cambio, es no-nacido e inmortal, siempre es El que Es. Cid indica que el es inteligente, consciente, y posee voluntad, si bien es diferente a como estás cualidades se manifiestan en el ser humano. Ananda revela que su estado inmutable es el del éxtasis, un tipo de alegría que ni disminuye ni se estanca, a cada momento experimenta mayor placer. El Señor es Sac-Cid-Ananda, pero Él comparte con todos esta Naturaleza. Así pues, la real naturaleza -no corporal- de todo ser es Soham: yo soy Él, yo soy Sac-Cid-Ananda.



5. Neti-neti (1): claramente no es esto.


En esta quinta reflexión procedo a criticar una posición común pero errónea entre los seguidores del Vedanta, especialmente entre los Advaitins, seguidores de Shankaracharya. Ellos creen en en los siguientes dos puntos:


1. El estado de Brahman es semejante al estado de sueño profundo.

2. En el sueño profundo el Atman se funde con Brahman.


La teoría de los tres estados de conciencia es explicada por el sabio Yajñavalkya en el Brihadaranyaka Upanishad - 4° Adhyaya - 3° Brahmana. Allí se da a conocer que los tres estados son: la vigilia, el sueño, y el sueño profundo. El ser encarnado se mueve entre los tres estados constantemente. El estado de vigilia es el estado de la interacción sensorial. El estado del sueño es un estado en donde la Jiva es la causa de la interacción ilusoria de los sentidos, en ella las cosas realmente no existen, pero surgen por deseo y voluntad del soñador. En el estado del sueño profundo los sentidos yacen profundamente dormidos pero el Atman no duerme, este es un estado de dicha. Dice el Brihadaranyaka que el sueño es un estado iluminado, y no necesariamente el sueño profundo. La ambigüedad es clara.


Pero hay errores en esta teoría: 1. La teoría en el Brihadaranyaka no está tan desarrollada como en otro Upanishad, en este caso el Mandukya. 2. En el sueño profundo hay un estado de suspensión de la mente, pero no de los sentidos. Comenzemos por el primer punto. Los Upanishads son la joya del pensamiento Vedántico, la idea central (Brahman) es perfecta, pero el medio de transmisión (lenguaje) es imperfecto. Por ello, los Upanishads son también productos humanos, el fruto de la introspección, pero a fin de cuentas proclives a la imperfección proveniente del ser humano. Es una idea algo osada dudar del Upanishad, pero ellos nunca se presentan como un credo dogmático, sino como el estimulo mental que dirige la mente hacia Brahman. Por ende, la teoría de los tres estados del Brihadaranyaka es incompleta y poco clara. Veamos, entonces, como propone este sistema el Mandukya Upanishad:


‘’Este Atman descrito anteriormente debe ser identificado con Om cuando Om es considerado como una sílaba simple. Cuando Om es considerado como compuesto de partes, (AUM), los cuartos de Atman deben ser identificados con las partes y las partes con los cuartos. Las partes de Om son “A”, “U” y “M”.’’


Mandukya Upanishad 8.


‘’El primer cuarto o parte es Vaishvanara (común a todos los hombres o la condición material) que tiene al estado vigílico como su campo de acción, donde el conocimiento está externalizado, poseedor de siete miembros, de diecinueve bocas y gozador de los objetos densos.’’


‘’El segundo cuarto o parte es Taijasa (el que “ilumina”, el que “da luz”, o sea, una de las condiciones de la mente), que tiene al sueño o estado onírico como su campo de acción, que conoce interiormente (o sea “ve” un objeto en el campo de los sueños aunque el objeto no esté en él). Poseedor de siete miembros, diecinueve bocas y gozador de los objetos sutiles.’’


‘’Cuando alguien que se halla dormido, no tiene deseos ni imágenes oníricas, entonces se halla en sueño profundo. El tercer cuarto o parte es Prajña (condición intelectual), o estado de sueño profundo (su campo de manifestación), donde experimenta todas las cosas de modo unificado y donde el conocimiento es una masa indefinida de gozosa bienaventuranza, puerta de todo conocimiento determinado.’’


Mandukya Upanishad 3-5


‘’La cuarta parte (Turiya), según dicen los sabios, no es un conocimiento interno ni externo, ni una combinación de ambos. No es tampoco una masa indefinida de conocimiento, no es un conocimiento colectivo, ni es un no-conocimiento. Él es invisible, no-relacionado, inconcebible, no-inferible, inimaginable, indescriptible. Es la esencia del auto-conocimiento común a todos los estados de conciencia. Todo lo fenoménico cesa en Él. Él es paz, es bienaventuranza, Él es no-dual. Este es el Ser, es lo que debe ser Realizado.’’


Mandukya Upanishad 7


Los estados son en realidad 4, no 3. El sueño profundo es Prajña o condición intelectual en la que todo es percibido como una masa indefinida. Pero el Brahman no es una masa indefinida, Él es Prajñana: Supraconciencia o Conciencia Real. Por lo tanto, Turiya o cuarto estado es el real estado de Brahman: ni indefinido, ni colectivo, ni no-conocimiento; sino inimaginable e indescriptible. Este cuarto estado es el Ser (Atman), esta es la verdadera no-dualidad. La vigilia es el cuarto A del Pranava, el sueño es el cuarto U, y el sueño profundo es el M; en cambio, la sílaba entera AUM es Turiya. En este cuarto estado, o de Brahman, se comprenden los otros estados (lo empírico, lo ilusorio y lo indefinido), que son tan solo fracciones de la Conciencia Pura y Real.


He aquí el gran error de creer que Brahman es el sueño profundo. Este último es un estado de no conciencia. Para muchos la liberación es la falta de conciencia. No estar consciente de nada es a veces llamado Moksha, pero está idea es más afín al nirvana budista (aniquilación) que a la liberación (Moksha) hinduista. Moksha es estar consciente de todo: lo creado, lo increado, lo perceptible y lo apofático. La liberación es ser consciente de cada ser en este mundo y el otro, de la materia y del espíritu. La liberación es Ser consciente de Dios. Moksha es Brahman.


Ahora veamos la segunda pata floja del asunto. El sueño profundo no es el total desligue del cuerpo y la mente; de hecho, ¡ese estado es un producto del cuerpo! Comencemos con un ejemplo simple pero ilustrativo: incluso cuando alguien está profundamente dormido, si le arrojamos agua fría, él se levantara inmediatamente. El estado de Brahman nunca podría interrumpirse con el simple contacto del agua gélida; esto es, en cambio, un estimulo sensorial. Por consiguiente, la identidad corporal nunca se elimina por completo en el sueño profundo. Aunque soy un neófito en el campo de la Neurología, es bien sabido que el sueño profundo no es más sino que otra función cerebral.


El Atman nunca duerme, incluso cuando el cuerpo duerme, pero no por eso se puede decir que Atman se funde en Brahman al dormir. Si así fuese cada ser se liberaría durante la noche para nuevo caer en ilusión durante el día. La liberación nunca es así, ella es Atyantika (definitiva). Quien llega a Brahman nunca regresa a este mundo. El Atman solo logra la total comunión con Brahman a la hora de morir: el Maha-samadhi. Es posible realizar Brahman en vida, pero igual se debe cumplir el papel en la obra de teatro hasta su última escena, para luego salir del escenario definitivamente.


La verdadera muerte del ego no se da durante el sueño profundo, porque como ya se dijo, este es una función corporal. Es más, dormir profundamente es un placer del cuerpo, pues él se renueva y descansa. Si se desea alcanzar la deconstrucción del Ahamkara (el ego construido) se debe buscar el cuarto estado.


No obstante, son muchos los maestros Advatins que consideran la indefinición del sueño profundo como el Brahman, para dar solo unos ejemplos, están Ramana Maharshi, Paramahamsa Yogananda y el mismísimo Shankaracharya. ¿Qué vieron ellos realmente? No dudo que hallan sido almas liberadas, pero ¿qué los ha llevado a malinterpretar un estado por el otro? Al parecer la verdadera emancipación de la debilidad de toda filosofía humana solo es obtenible en la muerte. Es verdad que el Atman puede fundirse en Brahman, así lo declara el Veda:


’’Como un terrón de sal que echado al agua se disuelve en ella y ya no puede ser tomado de nuevo, así oh Maitreyi, este gran Ser, infinito, ilimitado, no consiste en nada más que puro conocimiento; surge de estos elementos y se funde de nuevo con ellos. Cuando él desaparece, desaparece con él todo conocimiento; así lo digo oh Maitreyi.’’


Brihadaranyaka Upanishad 2.4.12


Fundirse en Brahman es tener el conocimiento del Verdadero Ser, nunca es la ausencia de conocimiento. Tampoco puede haber fundición temporal en Brahman durante el sueño, pues bien dijo el verso, una vez la sal cae al agua no puede separarse de ella. El conocimiento del Ser no necesariamente implica la perdida de toda identidad, es correcto que toda identidad ilusoria desaparece, pero la identidad de Atman como Brahman es eterna y sin fin. Ella es indescriptible, entonces ¿qué necesidad hay de compararla con una simple función corporal?



6. Neti-Neti (2): Ni exactamente aquello.


Este segundo punto requiere un extremado tacto, puesto que pone en duda algunos sistemas de creencia. Pero el compromiso con el conocimiento debe ser total, lo que es sabido debe comunicarse, y la honestidad es mayor virtud que la condescendencia. Ya anteriormente dije que Brahman es tanto Nirguna como Saguna. Nirguna indica que no tiene cualidades materiales, pero no por ello se debe inferir que es carente de cualidades. Estas cualidades del Brahman son inefables y no se pueden comprender. El Saguna puede entenderse como Brahman en sus cualidades inconcebibles, pero hay una segunda interpretación: Saguna Brahman es la Gran Verdad con cualidades concebibles -o nominales. O sea, para que la mente común entienda a Brahman se le pueden adjudicar cualidades similares a las materiales. Estas cualidades no son del todo reales, son una superimposición de la mente para entender lo inimaginable.


La cualidad proviene de la mente, aunque hay otra posibilidad: la cualidad es aceptada por el mismísimo Brahman para interactuar con el Atman de los seres condicionados. Lo cierto es que esta cualidad se materializa en nombre y forma, moldeados por lenguaje, cultura e historia. Brahman sigue presente siempre en nombre y forma, pero para el conocedor no es exactamente aquello. Comenzemos a reflexionar en ciertos puntos relacionados.


Existe la idea de que la Verdad consiste en 3 grados, que se enuncian de manera ascendente: Brahman, Paramatman y Bhagavan. Brahman sería el aspecto impersonal y panteísta de la Verdad. Paramatman es el aspecto localizado y panenteísta de la misma. Y Bhagavan la forma personal original. Esto no es cierto, los Upanishads y el Brahma-sutra no dan a entender que haya una Verdad por grados, siendo 2 incompletas y 1 completa. Además, no hay 3 Verdades, solo 1, solo un Brahman.


El Paramatman es completamente idéntico a Brahman, así como el agua de una fuente no es diferente al agua extraída de la fuente. Paramatman debe entenderse no como un punto medio entre personalidad e impersonalidad, sino como el Alma Universal: innata y omnipresente -no necesariamente con la forma de Narayana. Ella es siempre expansiva y comparte su plenitud con su expansibilidad; estas cualidades son precisamente aquellas de Brahman. Brahman es Paramatman, ambos son indivisibles, son sinónimos absolutos. El Jiva-atman es Brahman porque el Paramatman los hizo Brahman, tomados de Sí, en forma y cualidad, en cantidad y esencia. De Brahman solo surge Brahman, aunque sea ininteligible -pero cierto- que el primero sea siempre superior y simultáneamente igual al segundo. Antes dije que Paramatman no es necesariamente la forma de Narayana, sino que es la fuente, que no posee ninguna cualidad material, no posee ni nombre ni forma concebible; el ser humano no puede conocerlo. Nadie puede conocerlo, a menos que Brahman se manifieste a Sí mismo, por Sí mismo; no por mente, ni lenguaje, ni cultura o tradición.


La idea de Bhagavan (El Señor) como diferente o superior a Brahman es un tanto problemática. El Paramatman debe -o puede- tener forma personal, que corresponde a la cualificación del Brahman para establecer el Lila (la obra de teatro/interacción). Pero recordemos que la cualificación/diferencia nominal está subordinada a la no-diferencia. En realidad las palabras Brahman, Paramatman y Bhagavan son indistinguibles en significado. El problema es la forma concebible adjudicada a Brahman, porque si es concebible es porque ha sido proyectada desde la mente humana hacia el infinito; pues cuando es al contrario no puede expresarse.

Brahman no posee cualidades humanas. El ser humano es tan solo una de tantas criaturas. Que la capacidad de obtener Moksha nos haya sido otorgada es una gran maravilla, si bien Moksha implique el abandono y superación de la cualidad humana. Al no conocer nada fuera del ámbito humano, el humano dota a lo no-humano de cualidad humana. De ahí, que Brahman se exprese como Dios semejante al humano en apariencia y comportamiento. Concebimos a Vishnu/Narayana con una forma basada en la humana, Shiva también, Durga igual. Krishna y Rama tienen forma humana porque son Brahman adoptando un cuerpo humano. Como forma humana se comportan como humanos, pero en el fondo son mucho, mucho, mucho más que eso. Que Dios robe mantequilla, rescate a su amada, haga la guerra, duerma, cante y juegue es Él mismo actuando un papel temporal, pues los más grandes directores no carecen de talento en la actuación. Pero Él nunca abandona ni olvida su esencia, incluso en cuerpo humano, como nosotros sí:


‘’El Señor Supremo dijo: Ambos tú y Yo hemos tenido muchos nacimientos, oh Arjuna. Tú los has olvidado todos, mientras que Yo los recuerdo todos, oh Parantapa.’’


Bhagavad Gita 4.5


Que el Señor aparezca y actúe como humano, no quiere decir que es humano; Él es Brahman. Hay, adicionalmente, otro punto, y es que las formas que reconocemos como Dios han evolucionado con el tiempo, a pesar de que Brahman no cambia nunca. Rama y Krishna están basados en figuras heroicas del remoto periodo védico, que con el tiempo se desarrollaron, pasando de héroes semi-divinos a representar el Brahman mismo. Podría hacer un recuento del desarrollo de ellos como figura, pero eso será en otra ocasión. Vishnu, Rudra, Lakshmi y todos los Dioses también han mutado como figuras con el tiempo, asociándose con el Principio filosófico-místico de Brahman. Toda religión se desenvuelve en el tiempo, pero Brahman está más allá del tiempo; Él fue y es antes de la religión, antes del hinduismo, Él es antes de todo y es Universal. Brahman es el mismo en India, en Grecia, en Judea, en este mundo y en los otros. Brahman es antes de la mente humana y su vislumbre.


Adorando a todas estas formas concebibles se puede obtener Brahman. La devoción (Bhakti) a cualquier forma vislumbrada del Señor es una forma legitima de esfuerzo místico -y de hecho es de las más fáciles y directas. Pero no por ello Brahman es como lo imaginamos, toda forma no es más que un medio de meditación. La meta, en su lugar, es sin forma primero, y luego con forma y cualidad inefable. Primero se debe buscar lo Conocido, después hay que abandonarlo por lo Oculto. Tras descubrir lo Oculto y también dejarlo, es entonces que se vé la Persona: el Purusha que es Brahman, sin ninguna cualidad material, ni basada en la condición humana. El verso que apoya esta idea ya fue citado, pero lo repetiré:


‘’Más allá del Grande está el Oculto, más allá del Oculto está la Persona. Más allá de la Persona no hay nada: esta es la meta del Camino Supremo.’’


Katha Upanishad 1.3.11


Brahman es la maravilla de lo realmente existente. Él es más grandioso y amoroso que el romance, que el parentesco, que la amistad y que la servidumbre. Más maravilloso que el heroísmo, el milagro, la santidad y la valentía. Más bello que la forma humana, o cualquier otra forma. Él no lucha, pues no tiene enemigos. Él no discrimina entre los unos y los otros, pues está más allá del alcance de buenos y malos. Él no necesita la interacción del sexo opuesto, pues esta satisfecho en Sí mismo. Él no come, pues nunca tiene hambre. Él está más allá del humano. Y aún así acompaña al humano, puede aceptar forma y nombre, lucha, come, ama, nace y se va, todo por amor al ser humano. Con todo, Él jamás se identifica con su papel, porque Él es el Señor. Él Señor es Brahman, y todo es su Lila.



7. Brahman.


Tras todo esto, la pregunta es ¿Cómo conocer entonces a Brahman? El Brahma-sutra da la respuesta:


‘’Shastra Yonitvat. Tat tu Samanvayat.’’


(Brahman es la fuente/nacimiento de las escrituras sagradas. Pero es el resultado de la armonía de todas ellas)


Brahma-sutra 1.1.3-4


Brahman se induce por la escritura. Toda escritura sagrada -dentro y fuera del hinduismo- es inspirada por Brahman. En Brahman todos los credos se armonizan; por consiguiente, es Él la causa y la meta de todo pensamiento religioso, espiritual o filosófico. Cuando llega el momento, la escritura es insuficiente, y hay que abandonarla por Brahman. Brahman se conoce en el corazón, por Sí mismo. Conocerlo indica la unión con Él y con todas la cosas. Entonces se da el éxtasis de la Unión, en ella todo deseo se disuelve como la sal en el mar, igualmente ocurre con todo dolor, todo engaño, y toda fortuna. El Samsara se desvanece en la Unión. Después de la Unión ya se está más allá de la vida y la muerte. Se esta lleno, nunca incompleto, nunca vacío. Conociendo esto, se conocen todas la cosas. Por eso reflexionar en Brahman es la causa y razón de la vida.


‘’Él es el único pájaro en medio del mundo; Él también es como el fuego del sol que se ha puesto en el océano. Aquel hombre que verdaderamente le conoce, sobrepasa la muerte, no hay ningún otro camino a donde ir.’’


Svetashvatara Upanishad 6.15

 
 
 

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